¿Por qué no recibió la tribu de Leví ninguna parcela de tierra?

¿Por qué no recibió la tribu de Leví ninguna parcela de tierra?

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RAMBAM: Toda la tribu de Leví tiene prohibido tomar una parte en el reparto de la Tierra de Canáan, y también les está prohibido tomar parte del botín cuando conquisten ciudades, como dice el versículo:
“Los sacerdotes, los levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán porción ni herencia” (Devarím 18:1), es decir, que no tendrán porción alguna del botín ni herencia de la tierra. Asimismo está escrito: “No poseerás su tierra, ni tendrás una porción con ellos” (Bamidbar 18:20)...
Me parece que esta norma solo se aplica a las tierras sobre las que se hizo un pacto con Avraham, Itzjak y Iaacov, que luego fueron legadas a sus hijos y distribuidas entre ellos. Sin embargo, todas las demás tierras que conquiste un rey judío pueden ser posesión de los sacerdotes y levitas, y pueden tomar parte en su botín, como cualquier otro judío.
¿Por qué no mereció la tribu de Leví ninguna porción de la Tierra de Israel y su botín, al igual que sus hermanos? Porque fueron separados para servir a Dios como Sus ministros... Por lo tanto, también fueron separados de los asuntos mundanos. No participan de la guerra como el resto del pueblo judío, ni heredan en el país (Leyes de los Años Sabáticos y de Jubileo 13:10-12).
SMAG: En la Era Futura, los levitas recibirán una porción en el país, como sugiere el Talmud (véase Bavá Batrá 122a y Rashbam allí).
MINJAT JINUJ: No puedo comprender la afirmación del Talmud, que los levitas recibirán una porción en el país en el futuro. Pues la prohibición de que los levitas sean dueños de una porción de esta es uno de los 613 preceptos, y todos ellos son vigentes eternamente. ¿Cómo puede ser dispensada entonces esta prohibición en el futuro?
De todos modos, Rambam claramente no aceptó que a los levitas se les asignará tierra en el futuro, pues omite este punto en su Código (Mitzvá 408).

Torat Menajem
LA HERENCIA DE LOS LEVITAS (V. 62)
Minjat Jinuj escribe que Rambam no dictaminó a favor de la postura que sostiene que los levitas recibirán tierra en la Era Futura, argumentando que si lo hubiera aceptado lo habría dicho explícitamente.
Sin embargo, hay un principio que Smag adhirió férreamente a los dictámenes de Rambam (véase Iad Malaji, Klaléi HaSmag 46), y en nuestro caso Smag concluye que en la Era Futura la tribu de Leví sí tendrá una porción en la Tierra de Israel. Por lo tanto podemos suponer con seguridad que Smag sostenía que esta era la postura de Rambam. Por lo que debemos encontrar una clara indicación de esto en el dictamen de Rambam.
También precisamos responder la objeción de Minjat Jinuj: como la prohibición de que los levitas posean tierra en el país es uno de los 613 preceptos vigentes eternamente, ¿cómo pudo Rambam legislar que esta prohibición será dispensada en el futuro?
LA EXPLICACIÓN
Parecería que el propio Rambam respondió estas preguntas con la elección de sus palabras: “Toda la tribu de Leví tiene prohibido tomar una parte en el reparto de la Tierra de Canáan” en lugar de su habitual expresión, la “Tierra de Israel”.* En la Era Futura, la “Tierra de Israel” se expandirá para incluir las tierras de los kenitas, knizitas y kadmonitas, pero el término “Tierra de Canáan” solo puede referirse a la tierra de las siete naciones en el momento de la conquista de Iehoshúa. Por eso, si bien “Toda la tribu de Leví tiene prohibido tomar una parte... de la Tierra de Canáan”, ellos pueden recibir posesión de parte de las tres tierras adicionales cuando se adquieran en la Era Futura.**
Sin embargo, esta respuesta parece contradecir la declaración explícita de Rambam que “la tribu de Leví no mereció ninguna porción de la Tierra de Israel y su botín al igual que sus hermanos porque fueron separados para servir a Dios como Sus ministros... Por lo tanto, también fueron separados de los asuntos mundanos”. Si el motivo de que a los levitas no se les permitiera una porción de la Tierra de Canáan es para estar separados de los “asuntos mundanos”, ¿cómo podría asignárseles cualquier tierra en el futuro?
Podría argumentarse, no obstante, que hay dos categorías diferentes de tierra dada por Dios al pueblo judío: una es una “herencia”, y la segunda es un “regalo”. Dios entregó las tierras de las siete naciones como “herencia”, para dar al pueblo judío una patria, similar a la que poseían las demás naciones. Y como el concepto de patria no es exclusivo al pueblo judío, entra dentro de la categoría de “asuntos mundanos”, prohibidos a los levitas, que no pueden “recibir ninguna herencia” (v. 62).
Pero las tres tierras adicionales a entregarse en el futuro —las tierras de los kenitas, knizitas y kadmonitas— no serán entregadas en razón de la necesidad de que el pueblo judío tenga su propia patria, sino más bien como un regalo de Dios. Esto resulta evidente del versículo: “Cuando Dios, tu Señor, expanda tus fronteras” (Devarím 19:8), lo que sugiere que Dios dará al pueblo judío tierra más allá de lo necesario. En consecuencia, la posesión de estas porciones adicionales no es un “asunto mundano” (una “herencia”), y por lo tanto no representa un problema para los levitas.
LOS LEVITAS EN LA ERA FUTURA
Rambam escribe al final de su Mishné Torá que en la Era Mesiánica “Todo el mundo estará ocupado solo con el conocimiento de Dios” (Leyes de Reyes 12:4). De esto parecería que la distinción entre levitas y los demás judíos se desvanecerá, porque todos los judíos (“todo el mundo”) estarán dedicados al “conocimiento de Dios” y por lo tanto libres de “asuntos mundanos”. Sin embargo, en la Era Futura el pueblo judío sí tendrá posesión de la Tierra de Canáan (es decir, las siete tierras) como herencia.
Aparentemente entonces, ¡ser dueño de una porción de la Tierra de Canáan no contradice el hecho de estar “separado de los asuntos mundanos”!
La respuesta a este problema puede encontrarse en las palabras de Rambam, antes en la misma ley: “En dicha Era, no habrá hambre ni guerra, envidia o competencia, pues todas las cosas buenas fluirán en abundancia y todas las delicias estarán libremente disponibles como el polvo. Todo el mundo estará ocupado solo con el conocimiento de Dios”.
Aquí Rambam deja en claro que el pueblo judío estará apartado de los asuntos mundanos por una razón diferente a la de los levitas: los levitas estaban activamente “separados para servir a Dios como Sus ministros”, mientras que el resto del pueblo judío se volverá “ocupado solo con el conocimiento de Dios” por defecto (por razones circunstanciales), porque “no habrá hambre ni guerra, etc.”.
En otras palabras, los levitas son intrínsecamente ministros de Dios “seleccionados cuidadosamente” para la tarea, por lo que están por encima de los asuntos mundanos. El resto del pueblo judío, en comparación, no está intrínsecamente por encima de los asuntos mundanos, y es solo porque en la Era Mesiánica las distracciones mundanas serán eliminadas que eventualmente le será posible abocarse al conocimiento y adoración de Dios todo el tiempo. Por eso, incluso en aquel tiempo perdurará la distinción entre los levitas y el resto de los judíos.
(Basado en Likutéi Sijot, vol. 38, págs. 103 y ss.)

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