En respuesta a las palabras de Dios referidas a la salida pueblo de Israel de Egipto, Moshé dice: “¿Quién soy yo?” (Versículo 11). Aparentemente sus conceptos no expresan solamente humildad sino que contienen un argumento básico según el cual es Dios el que habrá de redimir a su pueblo.
En el marco de la zarza ardiente en la cima del monte Horeb, Moshé tiene el privilegio de una maravillosa revelación, y a la par de la misma una gran misión nacional, que Dios le encomienda a él: “Y ahora ve y te enviaré a Paró y saca a Mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto” (Versículo 10). Aparentemente ésta es una misión sagrada a la que no se puede rehusar pero para nuestra sorpresa Moshé desea desentenderse de la misión, elevando diferentes argumentos.
Precisamente, el primer argumento se ve simple y claro: “Dijo Moshé a Elohim: ¿Quién soy yo para que haya de ir a Paró y para que haya de sacar a los hijos de Israel de Egipto?” (Versículo 11). En referencia a la pregunta de Moshé que emana a partir de su humildad y autoanulación ante Dios, es dada la respuesta única y particular que tiene el poder para fortalecerlo y atenuar su temor frente a la misión que le es encomendada: “Pues Yo estaré contigo” (Versículo 12).
Me tomo el atrevimiento de proponer un nuevo punto de vista para el interrogante de Moshé y la respuesta dada por Dios. A la par de la humildad, en la pregunta de Moshé hay un aspecto adicional, sumamente profundo. Es como si Moshé le dijera a Dios: esta misión de sacar al pueblo de Israel de Egipto, no es para humanos. Es una misión sobrehumana digna de ti-Soberano del mundo, y solo Tú podrás ejecutarla con tu gran fuerza y tu mano fuerte.
deIncluso si logro sacar a Israel de la esclavitud a la libertad, esta movida me será adjudicada y esa liberación nacional no será, en su esencia, diferente de la liberación de numerosos pueblos a lo largo de la historia, y como cada nación tiene un líder- libertador, tendré el mérito de ser honrado del mismo modo.
Sin embargo Soberano del mundo- muy profundos son sus pensamientos, para hacerlo partícipe a Moshé de la salvación de Israel-su fiel emisario, y así descubrir que también en el proceso de redención proveniente de la influencia Divina superior, deben ser asociadas las fuerzas humanas. Ante la duda de Moshé de que tal vez la salida de Egipto sea reflejada como la “guerra de la independencia”, es dada una respuesta contundente en el marco del monte Sinaí la cual anuncia al pueblo y al mundo que la salida de Egipto fue la introducción al “gran casamiento” en el monte Sinaí.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj de la serie "Meat min Haor", publicada por la Biblioteca Beit El con la colaboración de la organización "Orot"