¿Una profecía popular en el Tanaj?

¿Una profecía popular en el Tanaj?

Según Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, el principio en relación a las profecías que fueron incluídas en el Tanaj, es el siguiente: “Una profecía que ha sido contemplada durante generaciones, fue escrita, y aquella que no ha sido contemplada durante generaciones, no fue escrita”. Pero hay excepciones.

Desde entonces y hasta la actualidad, las personas que pasan por momentos difíciles, buscan profetas populares a fin de consultarles acerca de un hijo enfermo, sobre una mujer estéril, en referencia a una deuda monetaria y sobre mulas que se han extraviado. “Una cuarta parte de un siclo de plata” en la mano del criado de Shaúl (Shmuel I, capítulo 9, versículo 8) o “diez panes, y algunas tortas y una botella de miel” de la esposa de Yarovam (Capítulo 14, versículo 3), eran el pago aceptado por “asesoramiento” profético, y los profetas populares tenían un sustento digno. Esto era muy habitual-“Vengan, vamos al vidente; porque al que hoy se le llama profeta, antes se le llamaba vidente” (Shmuel I, capítulo 9, versículo 9).

Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria (Meguilá 14a) hablaron sobre decenas de miles de profetas, pero “una profecía que ha sido contemplada durante generaciones, fue escrita, y aquella que no fue contemplada durante generaciones, no fue escrita”-a mi criterio, “una profecía que no ha sido contemplada durante generaciones” son actos maravillosos de miles de profetas populares, aún si son realmente “videntes”, y salvan a muchas personas. En todas las generaciones hubo esa clase de profetas, y no hay razón alguna para incluirlas en el Tanaj. En el Tanaj, están escritas las profecías clásicas que han sido contempladas durante generaciones, sobre la creación y la Torá, las referidas a la historia y a la Providencia, y sobre el particular vínculo entre Dios y su pueblo Israel.

¿Cuándo encontramos en el Tanaj una profecía popular? Cuando Shaúl salió en búsqueda de las mulas y encontró el reino de Israel, y cuando la esposa de Yarovam buscaba respuesta para la vida de su hijo enfermo, y la Casa de Yarovam perdió el reino de Israel. También las profecías de Eliahu y Elisha fueron escritas en el Tanaj ya que están entrelazadas en la lucha de principios de los profetas de Dios contra la Casa de Ajab y contra el culto al Baal.

Ajiá, el Shiloní, que le dio a Yarovam Ben Nevat las diez rupturas, y sentó así las bases proféticas para la rupture del reino y la division de la nación, fue él el enviado para comunicarle a la esposa de Yarovam el duro final de la Casa de Yarovam (y con vision de futuro, también a todo el reino de Israel). Solo el niño Avihá hijo de Yarovam, que está enfermo a punto de morir, quedará exento de ello, ya que sólo él tendrá el mérito de ser elogiado y sepultado.
Cortesía sitio 929

 

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