Ay del malvado y Ay de su aliado

Ay del malvado y Ay de su aliado

Los vínculos matrimoniales entre la Casa de Ajav y la Casa de Yehoshafat provocaron un detrioro en los reyes de la Casa de David, y por consiguiente, correrán la misma suerte que los reyes de la Casa de Ajav-una aniquilación (casi) total, a manos de Yehú y Ataliá.

El acercamiento entre las Casas reales de Iehudá e Israel comenzó en la generación de Yehoshafat y Ajav, sin embargo, el punto culminante de dicho acercamientose dio con la generación de vínculos matrimoniales entre ambas Casa Reales, vínculos que los unen en una sola familia. Esto nos fue notificado precisamente en nuestro lugar, en los períodos de Yehoram, hijo de Yehoshafat y de su hijo Ajaziahu (Melajim II, capítulo 8; Divrei Haiamim II, Crónicas II, capítulos 21-22).

Esto se menciona en los conceptos de reconocimiento hacia Yehoram, el hijo de Yehoshafat:

“Y anduvo en los caminos de los reyes de Israel, conforme a lo que hacía la casa de Ajav, porque la hija de Ajav era su mujer; hizo, pues, lo malo a los ojos del Señor” (Melajim II, capítulo 8, versículo 18 y también en Divrei Haiamim II, capítulo 21, versículo 6).

Y así se menciona en las palabras de reconocimiento y el resumen del reino de Ajaziahu, hijo de Yoram:

“y el nombre de su madre fue Athalyahu, hija (léase: nieta) de Omrí, rey de Israel. Y anduvo en el camino de la casa de Ajav, e hizo lo malo a los ojos del Señor, como la casa de Ajav, porque estaba emparentado con la casa de Ajav” (Melajim II, capítulo 8, versículos 26-27, y también en Divrei Haiamim II, capítulo 22, versículos 22-24).

Así, la Casa de David fue de mal en peor, y los hijos e hijos de los hijos de Asan y de Yehoshafat, los reyes de Iehudá tzadikim, justos, ya no difieren de las malas acciones de sus contemporáneos en el reino de Israel-los descendientes de Ajav. ¡Al trono de la Casa del rey David ascendió un rey que es hijo de la hija de Ajav!

Esta union familiar, que causó la influencia negativa de la Casa de Ajav sobre los descendientes de Yehoshafat hasta el punto de “continuar en la senda de la Casa de Ajav”, finalmente provocó una unidad de destino casi total entre las dos Casas. La unidad del destino entre ambas Casas Reales en esta generación, se puso de manifiesto en dos acontecimientos:

 La muerte común de Ajaziahu, rey de Iehudá y Yoram, el rey de Israel, a manos de Yehú (Melajim II, capítulo 9; Divrei Haiamim II, capítulo 22), no es algo casual. La cooperación militar entre ellos y el parentesco que los convierte en integrantes de una familia, imponen también un castigo común para estos dos reyes.
Las acciones de Yehú aún no ameritan el mismo castigo para ambas Casas Reales que se unieron en una familia: a pesar de que Yehú tiene libertad de acción para aniquilar la Casa de Ajav en Izreel y Shomrón, sin embargo, no tiene libertad de acción para llevar a cabo acciones similares en Ierushalaim. Por ende, el castigo de la Casa de David que se unió a la Casa de Ajav, se completó, con el hecho de que se levantó Ataliá, la hija de Ajav y madre de Ajaziahu “y destruyó a toda la estirpe real” (Melajim II, capítulo 11, versículo 1 y también en Divrei Haiamim II, capítulo 22, versículo 10).

Con esta acción de Ataliá, quedó demostrado que la union con la Casa de Ajav es la trajo la destrucción a la Casa de David, no solo como un castigo externo contra las dos Casa Reales (o sea, a manos de Yehú) sino también, a raíz del proceso interno de autodestrucción.
 

Editado por el  equipo del sitio de Tanaj

Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion

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