Casa de Oración

Casa de Oración

Shlomó congrega al pueblo y eleva ante ellos una extensa plegaria que incluye una bendición y un ruego y en el transcurso de la misma también menciona a su padre David, el poeta y recitador de los Salmos. Parece ser que de ese modo Shlomó expresa su enfoque en referencia al Beit Hamikdash, el Gran Templo como el centro judío y humano de la plegaria.

480 años después de la salida de los israelitas de Egipto, fue construida la Casa, sólo este dato nos brinda cierta proporción en función de la extensión del proceso de redención del pueblo en su tierra. Al finalizar la gran tarea, Shlomó congrega al pueblo en Ierushalaim, no sólo para celebrar la inauguración de la Casa ni para elevar sacrificios solamente, sino también para elevar una plegaria.

La plegaria aquí incluye una bendición a Israel mediante una bendición a Dios, una breve reseña histórica que define el carácter del evento, la definición de los objetivos de la Casa, la invitación a todos los habitantes del mundo a utilizar el Templo para sus plegarias y la singularidad del vínculo entre el pueblo de Israel y el Templo. Los conceptos del rey Shlomó son aquí descritos también como una bendición, como una plegaria y como un ruego. Los mismos incluyen la aceptación del yugo celestial por su parte y en nombre de su pueblo, y al mismo tiempo, reiteran y son establecen el estatus del rey David como aquel que lideró el proceso hacia la construcción de la Casa, y que en su mérito se erigió la Casa “Y el octavo día despidió el rey al pueblo; los cuales bendijeron al rey, y se fueron a sus moradas, gozosos y alegres de corazón, por todos los beneficios que había hecho el Señor a David, Su siervo, y a Israel Su pueblo” (Versículo 66)..

Me parece que el énfasis en la centralidad de David, el poeta y recitador de los Salmos, en este evento, va más allá del claro vínculo personal entre Shlomó y su padre. Así también, el hecho de que Shlomó elige la plegaria como lo sustancial y destacado del acto histórico y como fuera mencionado, la plegaria incluye también, según el texto explícito, elementos de bendición y ruego.

Aparentemente, el rey Shlomó expresa aquí su visión del Beit Hamikdash como el centro judío y humano de la plegaria, ya sea que se trate de la plegaria de la persona allí de cuerpo presente, o si se refiere a los alejados que elevan sus plegarias “a través de él”. Dado que de todos modos Dios no está sentado en el sentido simple de la palabra dentro de la Casa, incluso dirigirse a Él en determinadas circunstancias puede realizarse a la distancia y a través de la Casa. En cualquier caso, la plegaria, en su sentido más profundo y comprometido, es el espíritu que Shlomó introduce en las paredes de la Casa, a fin de que sea su carácter definitorio, sin afectar, por supuesto, todas las leyes del servicio establecidas en relación al Beit Hamikdash. 
Cortesía sitio 929

 

Volver al capítulo