La gente de Sucot y Penuel podían haber ayudado a los cansados combatientes pero se negaron. A su regreso, Guidón castiga a las ciudades de un modo diferente, a cada una según su comportamiento.
La descripción de la persecución tras Zevaj y Tzalmuna comienza enfatizando la dificultad de continuar hacia el este, a la par de la decisión de hacerlo: “Y vino Guidón al Jordán para pasar, él y los trescientos hombres que estaban con él, cansados por la guerra” (Versículo 4). En esas circunstancias, se requiere un apoyo logístico, del cual depende la continuidad de la persecución. La tendencia era la de continuarla en dirección a Maalé Yabok, y por ende las ciudades allí apostadas, Sucot y Penuel, podían haber sido un factor de ayuda. Sin embargo, la solicitud de Guidón fue rechazada.
A su retorno, Guidón castiga a la gente de Sucot y Penuel. Nos aseguramos de usar el verbo “castigar” y no “vengar”, porque, a diferencia de las represalias, resulta que detrás de la reacción de Guidón a las acciones de estas dos ciudades se encuentra el criterio, cuyo fundamento es el comportamiento diferente de las dos ciudades.
Sucot fue la primera y por consiguiente Guidón la castiga con un castigo ejemplar y perjudicial para sus dirigentes, aquí son denominados “Zkeinim” y su número (que en su base sigue el modelo de setenta ancianos, Bamidbar capítulo 11, versículo 16) tiene múltiples significados: “…y él le dio por escrito los dirigentes de Sucot y sus ancianos, setenta y siete varones” (Versículo 14). El castigo refiere también al nombre del sitio-Kotzim, Sikim, según aparece en Bamidbar capítulo 33, versículo 55) frente a Sucot, Sucá, un nexo lingüístico que genera una actitud de medida por medida.
A diferencia de ello, Penuel fue castigada con un castigo increíblemente severo-la eliminación de la gente de la ciudad, y ello no solo por haber sido la segunda ciudad-hecho que conlleva la posible sospecha de que dicho comportamiento se habrá de convertir en norma. Resulta que en la ciudad había una torre, y al parecer era más fuerte que Sucot y se rebeló activamente contra Guidón: “Y derribó la torre de Penuel, y mató a los de la ciudad” (Versículo 17). Como se recordará, la amenaza consistía en: “…Cuando yo regrese en paz, derribaré esta torre” (Versículo 9) y no menciona nada acerca de la eliminación. Pero aparentemente la gente de Penuel se negó a aceptar su mando incluso después de su regreso triunfal, y lucharon activamente contra él.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro “Shefot HaShoftim-Iyunim Parshaniim besefer Shoftim”, publicado por Mijlelet Herzog.