Cuando no hay fe, debe anunciarse un milagro

Cuando no hay fe, debe anunciarse un milagro

 

" Porque ellos se nombran de la ciudad santa y se apoyan en el Dios de Israel, el Señor de los ejércitos es Su nombre. Las cosas pasadas las dije antes y de mi boca salieron y las hice conocer; repentinamente las efectué y han acontecido. Por cuanto conocí que eres duro y que tu cerviz es un tendón de hierro y tu frente es de cobre. Por tanto te las declaré desde la antigüedad, antes que sucedieran te las hice saber, a fin de que no dijeses: Mi ídolo las ha hecho y mi escultura o mi imagen fundida las ha ordenado” (Yeshaiahu capítulo 48, versículos 2-5) ).

Porque los milagros que Dios hará por Israel serán de dos tipos:

En el momento en que sean merecedores de una conducción milagrosa, entonces realizará con ellos milagros como estandarte debido a su rectitud.
En el momento en que Israel no sea merecedor, entonces realizará señales y maravillas ante sus ojos para que crean en Él.

Y la diferencia entre ellos es esta: los milagros que realizará para ellos debido a su rectitud no serán profetizados por ningún profeta ni vidente antes de su llegada, sino que los hará repentinamente, según la necesidad.

Pero las señales y maravillas que realizará para ellos debido a su débil fe, necesariamente serán profetizadas por el profeta antes de su llegada, para que reconozcan que es la mano de Dios y crean en Él.

Y esto es lo que dice cuando "porque ellos se nombran de la ciudad santa" - en el momento en que Israel era santo y se relacionaba con la ciudad santa por sus buenas acciones, y cuando "se apoyaban en el Dios de Israel" debido a la fortaleza de su fe, en ese momento entonces "las cosas pasadas las dije antes" - es decir, entonces no necesitaba anunciar los milagros que hice con ustedes al profeta antes de su llegada..

Malbim- Rabí Meir Leibush Ben Iejiel Mijel (1809-1879), nació en Polonia y falleció en Rusia. Durante la mayor parte de su vida recorrió el Este de Europa y se desempeñó  como Rabino en algunas ciudades. En su comentario de la Torá, “HaTorá vehaMitzvá”, cita los Midrashei Halajá y los analiza comparándolos con la literalidad de los versículos, siendo sumamente preciso con la gramática bíblica.

 

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