Días vergonzosos

Días vergonzosos

En nuestro capítulo hay un recambio de reyes y todos se alejan de Dios y llevan al pueblo por mal camino, como una especie de preparación negativa para el reinado de Ajab.

La realidad espiritual y política descrita en nuestro capítulo, es intimidante y extrema para mal. Los gobernantes que participan del recambio, compiten para ver quién es el que más se aleja de la fe judía, y quién “logrará exitosamente” empeorar sus acciones, llevándolas a un nuevo extremo. Todos estos fracasos son una especie de preparación negativa, todo lo contrario a laa preparación de los corazones, para el reinado de Ajab e Izevel. Así se transforman, por un lado, Yarovam, y por el otro Ajab, en líderes claves en todo lo concerniente al deterioro del gobierno en Israel.

Esta grave sensación se ve incrementada y reflejada en diferentes frases insertas en el capítulo. “Y conspiró contra él su siervo Zimrí; capitán de la mitad de sus carros; pues estando él (Elá) en Tirsá, bebiendo y emborrachándose“(Elá hijo de Basha, versículo 9). Se infiere de ello, que el carro militar tenía un capitán y uno de la otra mitad. Todo lo que podia ser dividido o motivo de discusión, se ve aquí reflejado. Y la ocupación del líder: “bebedor ebrio”, como si fuera su ocupación rutinaria, incluso, su profesión.

Y cuando golpean y matan a todos los representantes del gobierno derrocado “no le dejó ni siquiera un meante a la pared “: es decir, la asociación que surge para la identidad humana está relacionada con las necesidades más básicas de la persona, alejadas de todo el resto de fuerzas o singularidades humanas.

Los períodos de gobierno eran muy breves, y en diferentes casos, no hay una definición en un momento dado de quién es el que tiene las facultades para gobernar. Y a pesar de todos los fracasos y los oprobios, aún así las crónicas de los actos del rey siguen siendo registradas en el “libro de crónicas de los reyes de Israel”, y así se determina su  vergüenza por generaciones, a la par de una llamativa estrictez para continuar y perpetuar sus días.

La profecía aún existe en Israel, y próximamente nos encontraremos con el clímax espiritual de Eliahu. Incluso la alternativa de Iehudá también existe “en algún lugar”, y no obstante, la agitación destructiva en el reino de Israel no cesa ni por un instante. La sensación de que el mismo pueblo es demasiado pasivo y que sus líderes descarriados están ocupados en cometer el pecado de sus vidas y de su fe. Debe suponerse que el sufrimiento del público, así como su frustración, fue duro, y que la competencia más intensa entre la mayoría de “los líderes” es, quién de ellos es capaz de alejarse aún más de la fe de Israel y de sus claros deberes.

Cortesía sitio 929

 

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