Shmuel, a lo largo de su vida, ungió a dos reyes, a Shaúl y a David, sin embargo, resulta que las diferencias superan a las similitudes entre ambas.
Shmuel realiza dos unciones en su vida, pero son grandes las diferencias entre ellas. En la ocasión de ungir a Shaúl, Shmuel fue instruido previamente (Capítulo 9, versículos 15-16), mientras que la unción de David, Shmuel no sabe a quién habrá de ungir. De todos modos, intenta, y se equivoca. Shaúl llega a Shmuel por la Providencia, mientras que en el caso de David, D-s hace que Shmuel se moleste en ir a su encuentro. Shmuel besó a Shaúl, conversó con él, lo guió y dirigió, mientras que en el caso de David, como está citado, al final de la unción: “Y se levantó Shemuel y se fue a Ramá” (Versículo 13).
También se modifica el objetivo del reinado. Acerca de Shaúl está escrito que fue ungido “para que sea príncipe sobre Mi pueblo Israel” (Capítulo 9, versículo 16), y en cambio, sobre David señala el texto: “porque de entre sus hijos he visto un rey para Mí” (Versículo 1). “Que sea para Mí” (Ialkut Shimoni 2, 124).
Shaúl fue elegido por D-s pero la concreción de la elección Divina fue realizada por medio de un profeta. El profeta activó y diseñó el carácter de su reino-“Yo soy el vidente” (Capítulo 9, versículo 19). Pero el resultado no es completo y este intento fracasó. Ahora se debe emprender un camino diferente; no sólo elegir otra persona, sino cambiar también el proceso de su elección y coronación. Toda la elección es realizada por D-s “pues no como ve el hombre observa Dios, pues el hombre mira los ojos (la apariencia exterior), pero el Señor mira el corazón” (Versículo 7). Rabí Yehoshua de Sajnin, en nombre de Rabí Leví dice: “Le dijo D-s a Shmuel: tú te autodenominas vidente, pues yo te muestro algo que tú no ves. ¿Cuándo se lo mostró? En el momento que le dijo: “Llena tu cuerno de aceite… Y dijo el Señor a Shemuel: No repares en su apariencia” (Versículos 1-7) (Sifrí Devarim 21, 17).
También la realización de la elección celestial es diferente. El reino de David es aceptado por el pueblo en un largo proceso, mucho más polarizado y complejo que el de Shaúl. Tal vez, por ello, su elección es más profunda y eterna.
Editado por el equipo del Tanaj
Extraído del libro “Oz Melej-Iyunim beSefer Shmuel”, de Ediciones Midreshet HaGolán.