El censo de los levitas-Birkat Kohanim

El censo de los levitas-Birkat Kohanim

La Parasha Bamidbar nos relata el censo de los hijos de Israel, en la Parasha Naso la Torá relata el censo de los levitas los que estaba destinados á cuidar el Mishkán, el Tabernáculo y les enseres sagrados (Bamidbar IV, 21 - 49). La Torá nos relata luego la disposición de separar a los esposos, el caso de la mujer infiel (SOTA) y el del NAZIR (nazareno) el hombre que ha hecho el voto de no beber vino, no cortarse el cabello. Termina la Parasha con el relato de los sacrificios de los NESIIM, es decir los dirigentes de las tribus.

En esta Parasha, al realizarse el censo de los Levitas se termina con el relato de la organización general de los indios en el desierto, organización basada en las 12 tribus, que descienden de 10 de los hijos de Iaacov ( menos Levi y Iosef ) y los dos hijos de Iosef (Efraim y Menashe).

La división en tribus es la principal característica social del pueblo judío en este periodo de su historia. Entre todas las tribus, la de levi estaba principalmente destinada a servir en el Bet Hamikdash. Es interesante observar que los que realmente estaban destinados estas tareas eran los primogénitos, pero al pecar los judíos en el becerro de oro fueron designados en su lugar los Levitas que no pecaron, y que apoyaron a Moshe en su lucha para extirpar la idolatría.

Las doce tribus estaban divididas en cuatro grupos de 3 tribus cada una, que estaban dispuestos en los cuatro costados del Mishkán, del Tabernáculo. Sofrenu conocido exegeta, ve en esta disposición la preparación para la lucha pero el Akedat Itzjak opina que aquí también está encerrada una profunda intención. Toda la disposición del pueblo judío indicaba  una idea fija: El centro de la vida judía estaba en el Mishkán, el Santuario. El Santuario, como ya lo hemos hecho notar en otra oportunidad indicaba la presencia de D's en el pueblo  de Israel es decir que acercaba al hombre a la Divinidad y por lo tanto también la Divinidad al hombre.

La disposición de los Degalim, las 4 divisiones indica que el centro de la vida judía se encontraba precisamente en esta creencia. Aquí encontrarnos un punto de contacto con la primera impresión. Aun cuando el pueblo judío debe ir a la guerra, no se basa únicamente la fuerza física sino especialmente en la fuerza moral, y en todas las batallas va con ellos el Arcas de la ley, el Aarón habrit.

Es la misma idea que impulsó a Moisés, durante la guerra con Amalec a levantar su brazo al cielo.

A esto pregunta el Talmud “Acaso las manos de Moisés causan la victoria o la derrota? Más he aquí que cuando los judíos elevaban sus corazones al Altísimo, vencían y cuando

Los apartaban de él eran derrotados”, Es decir, no solo, la lucha material es esencial, también lo es la predisposición espiritual-

Es pues una característica esencial de toda la vida judía en el Desierto la intención de inculcar en al pueblo la idea de D's dirigiendo la historia y guiando al pueblo extirpando así  las falsas ideas sobre la hechicería y la astrología. Por ello es que vemos que la travesía estaba dirigida por mandato divino. “Según la palabra de D's acampaban o partían” y cuidaban los preceptos divinos, dados por D's a Moisés " (ver BAMIDBAR 15-23) Vemos aquí la intención de extirpar la astrología. Según los antiguos paganos existían días faustos y nefastos y todas las actividades debían ser realizadas en los días destinados por los planetas y constelaciones estelares. La Torá especifica por ello que solo por expreso mandato de D's los judíos partían o acampaban.

 Se detiene luego la Parasha sobre el NAZIR: el Nazareno que se abstiene de beber vino, de cortarse el cabello y de tener contacto alguno con un cadáver. Es necesario destacar ante todo el carácter especial del NAZIR; del asceta judío. Existe una distinción fundamental entre el concepto judío y el de otras religiones, como la budista y cristiana.

 Según la Tora el NAZIR al cumplir con su voto o promesa debía traer un korban un sacrificio, y este estaba destinado a redimirlo de su pecado, el de no haber disfrutado de lo que D's ha colocado ante él para su bien. Mientras que los religiosos de otras doctrinas deben permanecer célibes y no casarse y crear un hogar y una familia.

La tora no exige del hombre el ascetismo y la tristeza y pesimismo, sino por el contrario la alegría y el gozo. Los Jasidim proclaman que la única manera de servir a D's es por medio de la alegría.

El mayor de los bienes es la vida, la existencia y este bien debe alegrarnos en cada instante.

La tora no exige del hombre que sacrifique “este mundo” para entregarle "otro mundo". La Torá proclama que aun este mismo mundo el olam HAZE ha sido creado para el hombre pero que la verdadera manera de encontrarlo es por intermedio de la Torá y las Mitzvot, los preceptos y los mandamientos.

Es así que la Torá impone la bendición de los sacerdotes: “BIRKAT KOHANIM”. Todas las festividades, y según algunas costumbres, todos los días, los KOHANIM, los sacerdotes imponían su bendición al pueblo "D's te bendiga y te guarde. Haga resplandecer, el Señor su rostro sobre ti, y haya de ti misericordia. Alce el Señor a ti su rostro y ponga en ti la paz". (DEVARIM VI 24 - 26 ).

Estos 3 versículos constituyen la bendición de los sacerdotes, al pueblo. RABI SHIMSHON RAFAEL HIRSH en sus comentarios se detiene sobre esta bendición. La Torá y el Talmud excluyen fundamentalmente la idea que el sacerdote en sí da la bendición. Según la Tora, no  existen seres superiores que den su bendición, por el contrario, los sacerdotes no son sino  el vehículo por intermedio del cual la bendición baja al pueblo.

 Los sacerdotes no bendicen al  pueblo de una mentira arbitrarias la nos hemos detenido en el hecho de que dos de los hijos de Aarón mueren al querer ofrecer un incienso sobre el cual no hablan sido ordenados, El sacerdote no posee libertad para disponer de sus funciones, no es sino un instrumento, y por ello tiene una determinada fórmula una determinada BRAJA, de acuerdo a la cual debe bendecir al pueblo. "KO TEBARJU ET BNET ISRAEL": "Así bendeciréis a los hijos de Israel.", dice la Torá(Números VI,22) y la ley específica que les está prohibido modificar hasta en lo más mínimo esta fórmula. Pues ellos no son legisladores sino ejecutantes.

 Otra pequeña disposición nos muestra idéntica idea. Los KOHANIM no pueden bendecir a la Comunidad, si antes no han sido llamados por el SHELIAJ TZIBUR, el delegado de la comunidad, el cual no deber ser, si es posible KOHEN. Por último mientras se realiza la BIRKAT HAKOHANIM, la bendición de los sacerdotes no deben los israelim mirar sus manos. Vemos aquí la fundamental idea que la BRAJA no reside en las manos de los sacerdotes, ni en operaciones por ellos realizados. Por el contrario no se debe ver el KOHEN, al instrumento, sino solo al que realmente envía la BRAJA a D's.

La misión de los sacerdotes es meramente educativa, ellos debían educar al pueblo  e inculcar en él, la Torá y las MITZVOT y entre ellos lo primordial es la educación. Todas las disposiciones relativas a los Kohanim estaban destinadas a permitir que se perpetúen en ellos la Torá, y sean los vivos depositarios de ella y de sus leyes. Sin embargo, como ello no excluye la Torá a los que no eran Kohanims. El sacerdocio significa para el judaísmo, no elevación y superioridad por sobre los demás, sino solamente deberes y obligaciones. Por otra parte, cualquiera, según el Talmud puede alcanzar la elevación que significa el sacerdocio y más aún sobrepasarla.

En esta misma Parasha, NASO que contiene BIRKAT KOHANIM encontramos otros preceptos que nos ayudaran a interpretar las citadas ideas. Son los preceptos del “GUESEL HAGUER”, GUER es el prosélito judío, todo hombre que se convierte al judaísmo, es decir aquel que realiza en sí mismo la misma revolución por intermedio de la cual el Patriarca Abraham llega a la Divinidad,  Podríamos ver en el GUER la antítesis del KOHEN. Mientras que este desciende de un linaje puro, aquel se halla desprovisto totalmente de este. Sin embargo la Torá se opone terminantemente a esta concepción. “HASHEM SHOMER ET GUERIM”:

"El Señor cuida a sus prosélitos". MIDRASH (BAMIDBAR RABÁ) se detiene sobre estas observaciones, recalcando que la Torá ha especificado innumerables preceptos especialmente destinados al elevar al Guer. No es el GUER un ser inferior, por el contrario es superior al mismo judío puro, pueI el penetrar al pueblo de D's significa una magna revolución espiritual y por eso se dedica a él la Torá en especial.

“No lo engañes, cuídalo, amalo” . La mayor perfección no reside en el linaje, o la sangre, reside en los actos, Si. Les acciones del hombre están dirigidas de acuerdo a la Torá es este el máximo de perfección que el hombre deba alcanzar y si es que existe un altar de sacrificio, el MIDRASH nos muestra que en el cielo existe otro altar donde se sacrifican las almas de los justos. No desea D's sacrificios, desea sacrificios humanos, pero no sacrificios de carne y sangre, sino de espíritu y alma, Desea D's nos muestra la Torá que el hombre se eleve, perfeccione y este es el más precioso sacrificio a el ofrecido.

La BIRKAT KOHANIM encierra en sí la bendición a todo el pueblo, y esta bendición termina con la PAZ, y la paz no solamente exterior sino especialmente la interior. Un principio siempre recalcado en la Torá y en las posteriores creaciones de la ley, el principio de la unión.

Si el Primer Templo fue destruido por los pecados capitales, por la lujuria, el. Asesinato y la idolatría, el segundo Templo fue destruido por solo uno: la desunión,  SINAT JINAM, “el odio gratuito".

 El hombre es por naturaleza un ser social y la unión del pueblo eleva su perfección más allá de lo que hubiera podido llegar estando aislado. Y no se trata solamente de la unión de la Sociedad, sino de la Nación toda, y todo el pueblo. Y aquí llegamos a un principio fundamental, la mutua responsabilidad: Todos los judíos son mutuamente responsables unos de otros.

 No puede ni debe el judío aislarse, vivir solamente para sí, y eso lo notamos en el hecho que aun las MITZVOT SHE BEIN ADAM LAMAKOM, las mitzvot que regulan las relaciones entre el hombre y los preceptos que parecerían ser meramente particulares, no pueden ser completamente cumplido y realizados si no es con la ayuda de la comunidad.

 La lectura de la Torá y muchos otros preceptos no pueden ser ejecutados si no es con Minian, es decir un grupo de 10 personas como mínimo. Al dirigirse al D's el hombre no es un individuo independiente sino una célula en el cuerpo, y como tal debe regirse. Es así como la Torá llegó a sus magnas concepciones sobre las sociedades “LO TIKOM VELO TITOR"  : “No te vengaras de tu hermanos” Si en un miembro ha penetrado el mal, es a veces necesario extirparlo, pero siempre hay que tener presente que el pueblo judío es un organismo y se encuentra orgánicamente unido, cada individuo es un miembro y si un miembro sufre, sufre por todo el organismo entero y por lo tanto los demás miembros. La Torá exige que el pueblo de Israel actúe como un organismo, unido, sin disensiones, luchas fraternales, u odios mutuos, que actúe como un ser cuya alma sirve a D's.

 

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