El lóbulo de la oreja derecho es uno de los tres miembros sobre los cuales se debía salpicar la sangre del sacrificio en el momento de la consagración de los Cohanim (Sacerdotes) para su tarea. Además, también se rociaban con sangre el pulgar del pie derecho y el pulgar de la mano derecha. Los comentaristas se preguntan ¿por qué fueron destacados estos tres órganos?
En el cuerpo humano hay órganos que concitan una gran atención. La cabeza, la nariz, los ojos, la lengua, todos tienen un lugar en las imágenes, el idioma y la lengua, pensamos en ellos, nos referimos a ellos, en la poesía, la prosa, en el maquillaje y en la decoración. ¿Pero quién hace referencia al lóbulo de la oreja? Es un órgano sin estatus.
Dicho sea de paso, señalemos, que el lóbulo de la oreja está identificado en el hebreo moderno con la parte inferior de la oreja, sobre la cual generalmente se cuelgan los aros. El lóbulo de la oreja bíblico, según la explicación tradicional de Jaza”l (nuestros Sabios de Bendita Memoria) y los comentaristas de la Biblia, es precisamente el cartílago ubicado en el centro de la oreja, que se halla ubicado en lado opuesto a la apertura del canal auditivo.
El lóbulo de la oreja derecho es uno de los tres órganos sobre los cuales se debía salpicar con la sangre del sacrificio en el momento de la consagración de los Cohanim para su tarea. Además del lóbulo de la oreja, se debía salpicar con sangre en el pulgar del pie derecho y en el pulgar de la mano derecha: “E inmoló y tomó Moshé de su sangre y puso sobre el lóbulo de la oreja de Aharón, la derecha, y sobre el pulgar de su mano -la diestra- y sobre el pulgar de su pie -el derecho-“ (Versículo 23) una ceremonia similar se llevaba a cabo también en el momento de la purificación de la lepra. Los comentaristas se preguntaron ¿por qué estos tres órganos fueron destacados?
Algunos sostienen que se debe a su importancia: las manos y los pies son órganos activos de la persona en el mundo de la acción, y la oreja es la que oye la orden Divina de la cual proviene la acción adecuada y apropiada.
Otro grupo de comentaristas argumenta que es justamente lo opuesto-que estos tres órganos son órganos de extremidades, órganos que simbolizan los límites del cuerpo humano. Según esta teoría, podemos asemejar a los pulgares y al lóbulo de la oreja, con las Mezuzot y el dintel de la puerta de la casa. En la noche de la salida de Egipto los hijos de Israel fueron ordenados a señalizar los accesos de sus hogares con la sangre del sacrificio pascual. También en ese caso, la acción de salpicar con sangre fue realizada en los extremos de los límites de la casa, para señalizarla y distinguirla.
Están quienes asemejan a la nación con el cuerpo de la persona, un organismo vivo, y contemplan a cada una de las tribus como uno de los órganos, y cada una de sus unidades como una de las células humanas. Según este ejemplo podemos decir, que así como en las partes de la nación hay un centro y una periferia, hay líderes importantes y conocidos e individuos simples y ocultos, así también sucede en el cuerpo humano.
Así como no siempre se le adjudica la importancia que tiene al guardián de la puerta, del mismo modo, no siempre consideramos el aporte del lóbulo a toda la oreja. En el centro de compras, o en el teatro, pasamos por el control, a su pedido abrimos nuestro bolso en forma distraída, y olvidamos que se trata de una persona, hombre o mujer, un mundo completo. Muy ocasionalmente alguien le agradece por su aporte para nuestra seguridad y tranquilidad. Sólo cuando, Dios libre y guarde, él resulta herido en el marco de su tarea-aflora la conciencia sobre su existencia. Del mismo modo sucede con el lóbulo de la oreja, no lo recordamos hasta que sufre una dolencia, o es víctima de un defecto estético preocupante.
Las ceremonias de la consagración de los Cohanim y la purificación de los impuros engloban a la persona toda, tanto el lóbulo de la oreja como las puntas de los dedos del pie.
Rab Profesor Yehuda Brandes: graduado de Yeshivat “HaKotel” y recibió la ordenación rabínica del Gran Rabinato de Israel. Tiene un Doctorado en Talmud, recibido de la Universidad Hebrea de Jerusalén en 2003. Ha dirigido “Beit Morasha”, el Centro de Estudios Judaicos Avanzados y Liderazgo en Jerusalén, entre 1998 y 2014. Preside Herzog College desde el 2014, fue uno de los fundadores de la “Escuela Maalé de Televisión, Cine y las Artes”.