El lugar de Dios

El lugar de Dios

En un texto, el Templo es presentado como el lugar de Dios, mientras que en otro pasaje del texto, que figura en nuestro capítulo, Dios abandona el mundo a fin de retornar a su lugar en algún sitio, pues entonces, ¿dónde está situado realmente el lugar de Dios?

Dios contempla lo que sucede en la tierra y pronuncia con palabras que conllevan una profunda ofensa: “Yo, pues, iré, y Me volveré a Mi lugar, hasta tanto que ellos reconozcan su ofensa y busquen Mi rostro: en su adversidad Me buscarán con empeño” (versículo 15)

Este no es mi lugar, dice Dios, y si ustedes no me permiten vivir aquí, regresaré a mi lugar. ¿Acaso realmente noes aquí el lugar natural de Dios, y su permanencia entre los seres humanaos es cual si fuera un extraño? Esta es la pregunta que se hace el Midrash?

En una parte del texto bíblico leemos: “y Mis ojos y Mi corazón estarán allí de continuo” (Melajim I, capítulo 9, versículo 3)

Y aquí, en nuestro capítulo: “Iré, y Me volveré a Mi lugar” (Hoshea, capítulo 5, versículo 15)

¿Cómo es posible conciliar estos dos textos?

Se explica, con el rostro hacia arriba y el corazón hacia abajo,

Como hemos estudiado en la Mishná: la apersona dirigirá su corazón hacia el Kodesh Kodasshim, el Sancta Sanctorum

Rabí Jiya y Rabí Shimón hijo de Jalafta,

Rabí Jiya Raba dijo: hacia el Kodesh HaKodashim celestial

Y Rabí Shimón hijo de Jalafta expresó: hacia ael Kodesh HaKodashim terrenal

Rabí Pinjas, dijo: acepto ambas explicaciones. Hacia el Kodesh HaKodashim celestial que está dirigido hacia el Kodesh HaKodashim terrenal” (Shir Hashirim Raba 4,4).

El Midrash presenta dos textos contrapuestos. En uno, el Templo es retratado como el lugar de Dios, mientras que en el segundo, en nuestro capítulo, Dios abandona el mundo a fin de retornar a su lugar en algún sitio.

La solución propuesta por el Midrash, presenta a Dios como perteneciente a las dos regiones simultáneamente: “El rostro hacia arriba y el corazón hacia abajo”. Esta dualidad permite la vivencia de la profundidad religiosa, una experiencia deseada y repetida. Por un lado, la sensación de trascendencia y la otredad de Dios y por el otro, la sensación de cercanía. En el mundo de Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, Dios es también denominado como “El Lugar”. Aquí, el nombre adquiere un sentido particular, Dios es el lugar dividido, el lejano y el cercano al mismo tiempo. La vivencia de la Divinidad es estar entre estos dos lugares-entre el Dios cercano y visible y el Dios que es todo secreto y espejismo
Gentileza sitio 929

 

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