El origen del Jet

El origen del Jet

Antes que nada vamos a analizar qué significa la palabra Jet – transgresión. En hebreo Jet significa desviarse del camino correcto, errar. No es algo innato del ser humano, sino que las actitudes, acciones o pensamientos que tiene el hombre lo pueden conducir a errar y apartarse del camino.

Tal como Dios le dice a Caín en Génesis: La transgresión está agazapada en la puerta, ella te desea (desea que transgredas), pero tú la dominarás (y permanecerás en el camino correcto)

Es de notar que no dice que la transgresión está dentro del ser humano, sino que está en la puerta, es decir, es algo externo a él. 

Dice que está agazapada, a la manera que lo hacen los animales, el ser humano está erguido por lo tanto está más elevado y lo puede dominar, tiene prevalencia. 

En otras palabras, es verdad que el ser humano tiene muchas cosas que lo tentarán para que se desvíe o se rebaje, pero también el ser humano tiene la capacidad de sobreponerse y no dejarse desviar.

Entonces, ¿cómo llega el hombre a desviarse y errar? Esto ocurre cuando no utiliza correctamente su capacidad intelectual. Tal como dicen los sabios: "El individuo no yerra, a no ser que haya sido presa de la tontería" 

El intelecto no se equivoca, ni nos hace errar, el problema surge cuando no lo utilizamos correctamente y en lugar de ello nos dejamos llevar por ilusiones, pasiones y otros deseos, en ese momento el que controla nuestros actos ya no es el intelecto y es entonces cuando puede derivar en una acción incorrecta, que no fue bien analizada ni tampoco examinadas sus consecuencias.

Es por eso que el versículo Bemidbar 15:22 dice: "…cuando erren y no hagan los preceptos…" Erren se refiere a cuando se equivoquen con su pensamiento, entonces esto los llevará a adoptar actitudes erróneas y que se aparten del camino.

Lo que puede llevar al error es que no conoce la realidad (por ejemplo, que no sabía que ese día era Pesaj y comió pan) o que no sabe qué es lo correcto hacer (por ejemplo, que no sabía que estaba prohibido comer carne junto con leche)

Podríamos pensar que si lo hizo sin querer, o que si se equivocó, entonces no tiene ningún pecado, en realidad los sabios nos enseñan que no es tan así, pues al haber obrado mal, ya se empieza a acostumbrar a ese tipo de actitudes, ahora ya no se trata de algo que nunca había hecho ni había probado, a partir de ahora ya es algo que no lo trauma tanto. Aquel que en la guerra tuvo que matar a un enemigo, la primera vez, habrá quedado conmocionado, pero luego, la segunda o tercera vez, ya se le hizo costumbre y no lo ve tan malo ni se sensibiliza por haber tenido que matar.

Es por eso que aun aquel que transgrede sin querer, debe arrepentirse y hacer "vidui" confesar ante Dios lo que hizo y pedirle perdón. Esto nos demuestra que a pesar que transgredió sin querer, eso no quiere decir que es como si nada hubiera pasado.

El versículo dice: "Un alma cuando pecare…" ¿por qué no dice: "el individuo que pecare, etc."?  Se refiere al alma, pues es la parte más elevada del ser humano, entonces es más grave. Tal como cuando un rey debe castigar a su hijo y a un hijo del campesino por haber hecho disturbios en el palacio, al hijo del campesino le otorgará un castigo menor, pero al príncipe lo castigará más severamente, pues de él se esperaba un comportamiento distinto, él conocía las normas del palacio y además, él es un príncipe, debe comportarse de una manera más elevada 

Por lo tanto, cuando un individuo se desvía y en vez de regirse por su parte más elevada, el intelecto, se deja llevar por la pasión y su imaginación, en realidad lo que está haciendo es abandonando su alma para que sea regida por la pasión, en vez de ser al revés, que el intelecto someta a la pasión. Es por eso que continua el versículo: "Un alma cuando pecare, morir morirá" pues de esa manera, está aniquilando su alma, su capacidad intelectual.

¿Por qué  un individuo que hizo algo grave sin querer, además de arrepentirse y pedir perdón, debía traer una ofrenda al templo?

En el Sefer Hajinuj 92 dice: Como sabemos, en el aspecto físico el ser humano y los animales son muy similares. La diferencia radica en que el ser humano tiene la capacidad intelectual y los animales no. Y por ser que cuando la persona transgrede, deja de utilizar o guiarse por la parte más elevada, que es su intelecto, debe saber que en esas circunstancias está en el mismo nivel que el de los animales. Es por eso que se le encomienda, que traiga un cuerpo de un animal que es similar al suyo, al lugar indicado para la elevación intelectual, es decir, al templo sagrado, y reducir a cenizas allí a ese animal. De esta manera, quedaba gravado profundamente en el interior de su ser que todo cuerpo, despojado de su capacidad intelectual, no tiene ninguna subsistencia, no queda nada, muere y desaparece. De esta manera, podrá alegrarse de diferenciarse de ese animal al poseer él un alma que es eterna, que lo eleva y lo conduce por el camino correcto. Al tener claro este punto, de esta manera, va a ser muy cuidadoso de no volver a caer en ese error. Todo esto se realiza en el Templo sagrado, pues allí es donde se habla del verdadero sentido de la vida y de la elevación espiritual del ser humano y su capacidad de apegarse a la verdad y así trascender.

No obstante  todo este simbolismo, lo que queda claro, es que lo principal no es el acto del sacrificio en sí, sino la Teshuvá, el arrepentimiento sincero, la convicción y concepción del individuo, y la intención interior del que ofrenda.

Otra gran enseñanza, es que todo ser humano puede equivocarse y cometer errores. Aun el sabio más grande o el sumo sacerdote pueden equivocarse. Pero también, todos pueden corregirse. Como dice el versículo en Salmos: "siete veces cae el justo, y se levanta"

El versículo no nos habla de súper hombres que jamás se equivocan, sino que nos dice que aun el sabio puede caer, la gran diferencia entre él y el inicuo es que el sabio se levanta (corrige su error y cambia), en cambio el insensato no se corrige y continua por el camino errado.

Volver al capítulo