El reinado de Dios, por sobre todo

El reinado de Dios, por sobre todo

La siguiente profecía parece como aplicada al reino de Bavel, y por ende, en el transcurso de la misma, Bavel es mencionada reiteradas veces. Sin embargo, hay muchas pistas de que no se trata precisamente del reino de Bavel, sino que hay aquí una profecía alusiva a todo reino de maldad y tirano que surja a lo largo de la historia.

La primera profecía dedicada por Yeshaiahu a los pueblos, aparentemente, se ocupa del reino de Bavel. La misma comienza con el título “Profecía (Masá) a Bavel” (capítulo 13, versículo 1) y es de suponer que Yeshaiahu optó por abordar el reino de Bavel primero, ya que es el que finalmente destruyó el Beit HaMikdash, el Gran Templo y causó el final del reino de Israel. Asimismo, Bavel es también mencionada en la continuidad de la profecía (capítulo 13, versículo 19) y es descrita como un reino que será destruido. Sólo animales salvajes y demonios habrán de circular por este reino y quedará totalmente desolado (capítulo 14, versículo 23). También el rey de Bavel es mencionado explícitamente (capítulo 14, versículo 4) y es descrito como un rey sumamente orgulloso que desea rebelarse contra Dios, un rey que está convencido de haber logrado todo gracias a su poder, que domina a todos los pueblos y pretende ascender a las nubes y gobernar en todo el mundo, como Dios, el Rey de todos los reyes. El profeta le notifica que su pensamiento no prosperará y que caerá al precipicio. Él y sus hijos serán avergonzados y morirán y no quedará de él remanente alguno.

No obstante, desde otra perspectiva, se puede decir que Bavel es solamente un ejemplo de todo reino que levante su cabeza a lo largo de la historia y desee rebelarse contra Dios. La profecía refiere al Día de Dios (Capítulo 13, versículos 6,9) en el que está descrito un cambio en el orden del génesis de las estrellas del cielo, que no se aplica sólo al reino de Bavel. Además, al final de la profecía, se menciona al reino de Ashur (Asiria) y también el de los Pelishtim (filisteos), de modo que parece que no se trata específicamente de Bavel. Aún más, el profeta escribe que el reino de Maday (Medea) es el que provocará la caída de Bavel y en la realidad, Koresh (Ciro), el rey de Persia quiere revelarnos que la aparición de Dios en el curso de la historia, le señala a la humanidad toda, que Dios es el único Rey. Incluso si surgieran otros reyes tiranos, como aconteciera en las últimas generaciones, terminarán cayendo como el rey de Bavel, quien levantó su cabeza, sin comprender que su reinado es obra de Dios, y él, no es más que Su siervo y emisario.

 

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