Entre los ancianos de Midian y los ancianos de Moab

Entre los ancianos de Midian y los ancianos de Moab

 Al inicio, los ancianos de Midian se dirigen junto a los ancianos de Moab para solicitarle a Bilam que maldiga a Israel. No obstante, tras el primer rechazo de Bilam, sólo regresan a él los ancianos de Moab. Los ancianos de Midian optaron por otra vía para dañar al pueblo de Israel: hacerlo caer en la trampa del paganismo y las relaciones sexuales ilícitas.

En el inicio del capítulo leemos sobre la cooperación que surgió entre Balak hijo de Tzipor rey de Moab y los ancianos de Midian. La propuesta de Balak de dirigirse a Bilam, al principio, es aceptada por ambas partes: “Partieron los ancianos de Moab y los ancianos de Midian y en sus manos elementos para sortilegio, se allegaron hasta Bilam…” (Versículo 7).

Sin embargo, a continuación se ramificaron los caminos: Bilam rechaza el pedido, y le propone a la delegación-“Partan a vuestra tierra, pues ha rehusado El Señor permitirme ir con ustedes” (Versículo 13). Resulta que los dignatarios de Midian adoptaron el punto de vista de Bilam y regresaron a su tierra, y he aquí que tan solo en el próximo versículo ellos se acordaron-“Se levantaron los dignatarios de Moab y se allegaron hasta Balak…” (Versículo 14). También, en la continuidad de la Parashá (sección), no escuchamos más acerca de los ancianos de Midian, sino solamente  sobre “los dignatarios de Moab” (Versículos 21;23;6;17)

En la continuidad de la Parashá resulta que los ancianos de Midian estuvieron en lo cierto con su apreciación, y por medio de sortilegios mágicos no podrán perjudicar a Israel. También Bilam lo aprende en forma progresiva: primero él dice-“Pues no hay sortilegio en Iaacov, ni adivinación en Israel“(Capítulo 23, versículo 23), y al final reconoce que “era bueno ante los ojos del Señor bendecir a Israel” (Capítulo 24, versículo 1), y por consiguiente-“él no fue como vez tras vez al encuentro de sortilegios” (Capítulo 24, versículo 1). Balak hijo de Tzipor, que había basado su deseo en los sortilegios de Bilam, retornó a su hogar desilusionado.

En lugar de esto, los ancianos de Midian se encaminaron por otra vía. Ellos recibieron de Bilam una propuesta más productiva, desde su punto de vista, sobre cómo hacer fracasar a Israel-con la ayuda de sus hijas: “He aquí que ellas se entregaron a los hijos de Israel por palabra de Bilam, para rebelarse contra El Señor en el episodio de Peor” (Capítulo 31, versículo 16). Su punto de partida era, que para causarle daño a Israel, ellos debían “generar” en Israel nuevos pecados, como la idolatría y las relaciones sexuales ilícitas. Así, por cierto, son más graves los actos de los ancianos de Midian, los protagonistas centrales para promover este pecado, más que los dignatarios de Moab, y por ello Moshé recibió el mandamiento de vengarse precisamente de los Midianitas (Capítulo 25, versículos 17-18). Sólo después de la guerra contra Midian, al completarse el proceso de Teshuvá, de Retorno de los hijos de Israel también de este pecado (Capítulo 31, versículo 50), fue completada la misión de Moshé “Vindica la causa de los hijos de Israel, de los Midianim-después te reunirás con tus gentes” (Capítulo 31, versículo 2).

Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Nekudat Ptijá" publicado por el Instituto "Tzomet".

 

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