En el inicio del capítulo 7 figuran exigencias para actos cuya temática es la de prevenir ser arrastrados al paganismo que puede llegar a registrarse a raíz del encuentro con los pueblos de Kenana-ya sea que se produce a raíz del encuentro con la cultura material de los habitantes de la tierra de Kenaan o como consecuencia del encuentro con el factor humano.
Dos pasajes del discurso de los preceptos cuyos inicios son similares tratan acerca de pruebas que tendrán los hijos de Israel al llegar a la tierra: Capítulo 6, versículos 10-15; capítulo 7, versículos 1-4.
El primer pasaje aborda los encuentros de los hijos de Israel con la cultura materialista de los residentes en la tierra de Kenaan, ya que al conquistarla se alzarán con un botín; el segundo pasaje trata sobre el encuentro de ellos con el factor humano-con los mismos habitantes de la tierra de Kenaan-los siete pueblos nombrados en el versículo 1 de nuestro capítulo, quienes serán entregados en manos de Israel. Cada uno de estos dos encuentros oculta en su interior un peligro para los hijos de Israel, y el peligro-es uno: ser arrastrados al servicio “de otros dioses, dioses de los pueblos que están en vuestro derredor” (Capítulo 6, versículo 14).
La aceptación de la rica cultura materialista de los Kenaanitas, puede llegar a generar que Israel también adopte la cultura religiosa incluida en ella: junto a las ciudades grandes y buenas y con las viviendas colmadas de cosas buenas, los hijos de Israel aceptarán también los altares y los monumentos de los ídolos de Kenaan y las esculturas de sus dioses, y a partir de un sentimiento de inferioridad frente a la cultura materialista que se halla en ese territorio, la habrán de adoptar con todos sus componentes, incluida la parte pagana que hay en ella.
El contacto con los pueblos de Kenaan tras el fin de la guerra puede llegar a provocar una aproximación social hacia ellos, al punto de llegar a concertar un pacto y la posibilidad de contraer matrimonios en forma recíproca. Estos procesos habrán de provocar también, inevitablemente, el acercamiento religioso y el servicio a sus dioses. La cristalización del peligro oculto en cada uno de dichos encuentros-el hecho de ser arrastrados al paganismo-provocará una consecuencia idéntica: el enojo y la furia de Dios hacia Israel y su destrucción en la tierra.
El segundo fragmento, que es la continuación del primero, incluye en su interior, exigencias para los actos que impedirán que sean arrastrados al paganismo en los dos encuentros en forma conjunta.
“Destruir habrás de destruirlos, no les concertes pacto ni habrás de agraciarlos, no te emparientes con ellos…” (Capítulo 7, versículos 2-30 Y por el otro lado, agrega un mandamiento que representa una enmienda para la sospecha que existe en el párrafo anterior: “Pues así habrán de hacerles, sus altares habrán de derruir, y sus estelas habrán de romper, y sus asherot arrasarán y sus estatuas quemarán a fuego. Ya que pueblo consagrado eres tú para Adonai, tu Dios. A ti te ha elegido Adonai tu Dios, para ser para él pueblo peculiar, de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra” (Capítulo 7, versículo 5-6)
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".