Infografía y síntesis del capítulo, Génesis 3

Infografía y síntesis del capítulo, Génesis 3


Nuestro capítulo relata sobre el primer pecado en el texto bíblico- el pecado de la serpiente, la mujer y el hombre.

La serpiente intenta convencer a la mujer de que coma (1-5)

Después de describir a la serpiente como “el más astuto de todos los animales silvestres” (1) de inmediato se dirige a la mujer y le dice: “¿Acaso dijo Elohim: No comáis de ningún árbol del huerto...? 1) la oración de la serpiente no es muy clara, pero la mujer aparentemente la comprende y le explica a la serpiente que comer del fruto prohibido puede llegar a ocasionar la muerte. La serpiente convence a la mujer y le dice que de hecho, la prohibición de comer del fruto del árbol emana de la duda (sospecha) de Dios: “y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal” (5)

La mujer come del fruto del árbol (6)

La mujer contempla que “era agradable el árbol para comer y que era codicia para los ojos y deseable el árbol para discernir” (6) y ella decide comer de su fruto.

También el hombre come del fruto del árbol y la consecuencia (6-7)

Después de que la mujer comió del fruto prohibido le comparte también a su esposo y le da a probar del fruto. Luego de que ambos comieran del fruto, ellos tomaron conciencia que estaban desnudos y por ello “cosieron hojas de higuera y se hicieron ceñidores” (7)

La voz de Dios se propaga en el Jardín (8-13)

Después de que el hombre y la mujer desobedecen la orden de Dios, Dios llega al Jardín para poner a prueba a sus criaturas. El hombre escucha la voz de Dios en el Jardín y se esconde. Dios “busca” al hombre y pregunta “¿Dónde estás?” (9). El hombre le responde a Dios y le dice que se oculta porque está desnudo. Tras el diálogo entre Dios, el hombre y la mujer, todos comprendemos que son todos culpables y por ende Dios castigará a cada uno de los transgresores del primero al último de ellos.

El castigo de la serpiente (14-15)

El castigo de la serpiente es: “maldecida serás de entre todos los animales y entre todas las fieras del campo. Sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás todos los días de tu vida” (14). Es decir, la serpiente será humillada más que cualquier otro animal. Además de esto, Dios aleja la simiente de la serpiente de la simiente de la mujer: “Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu prole y su descendencia” (15) y establece una jerarquía clara entre el hombre y la serpiente: “El (hombre) te aplastará la cabeza y tú le morderás el calcañal (talón).” (15).

El castigo de la mujer (16)

La mujer que fue tentada a comer del fruto prohibido también es castigada: “Incrementar habré de incrementar tu tensión en tu gravidez, con tensión parirás hijos” (16). La multiplicación de las personas en el mundo será acompañada de aquí en más por un proceso sumamente doloroso de embarazo y parto. Finalmente, aquí también Dios establece una jerarquía entre el hombre y la mujer: “a tu marido desearás. Mas él te dominará.” (16).

El castigo al hombre (17-19)

El hombre que tomó parte en comer del fruto prohibido también es castigado con un castigo severo. El castigo del hombre está ligado a la fuente de la cual proviene, la tierra: “maldecida será la tierra por tu causa, con esfuerzo comerás de ella todos los días de tu vida” (17). Al igual que la mujer, que fue castigada en su fecundidad, así también el hombre fue castigado en su fecundidad- la productividad de la tierra. Así como en los castigos de la serpiente y la mujer, aquí también Dios enfatiza el estatus del hombre.

Equipo del sitio del Tanaj

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