La esencia de ayuno no son las acciones externas, las mismas no son más que aquello que envuelve el contenido esencial. Se debe infundir contenido espiritual en las acciones externas, y ello es lo correcto también en lo concerniente al Shabat y las festividades.
La profecía en el capítulo 58 de Yeshaiahu, que es también la Haftará (la porción de los profetas que se lee tras la lectura de la Torá) de Iom Kipur, constituye una guía e instrucción sobre cómo cumplir “el ayuno que Yo escojo”. El principio central de la profecía es que la esencia del ayuno no son las acciones externas: no el ayuno, ni la inclinación de la cabeza ni vestir saco y ceniza (debajo del saco) (versículo 5). Las cinco aflicciones formuladas en la Mishná como las practices de luto de Tishá BeAv y Iom Kipur son tan solo el envoltorio que cubre el contenido esencial del ayuno. El ayuno deseado por Dios es puesto a prueba y evaluado acorde al arrepentimiento y retorno a la buena senda y las correcciones prácticas en la vida de la persona y la sociedad que surge de ella. “¿No es más bien éste el ayuno que Yo escojo: soltar las ligaduras de maldad, desatar las coyundas del yugo, y enviar libres a los oprimidos, y que rompan todo yugo? ¿No lo es el partir tu pan al hambriento, y que a los pobres que no tienen hogar, los acojas en (tu) casa; que cuando veas al desnudo, le cubras, y que no te retires (despiadadamente) de tu misma carne? (versículos 6-7). Yeshaiahu continua la tendencia establecida como base en el comienzo del libro: Dios no desea sacrificios ni festividades ni celebraciones sino justicia y rectitud (capítulo 1, versículos 26-27).
La exigencia de infundir contenido espiritual en las acciones externas del ayuno aparece más adelante en la profecía también en relación al Shabat y las festividades. No basta con abstenerse de realizar trabajos para crear una atmósfera apropiada de Shabat. " Si apartares tu pie del sábado, sin hacer tus quehaceres en Mi día santo, y llamarás al sábado "delicia", al (día) santo del Señor "honorable"; y le hicieres honra, no haciendo tus negocios, ni hallando en él tu propio placer, ni hablando palabras ociosas (versículo 13), solo entonces "te deleitarás en el Señor, y Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré de la herencia de tu padre Iaacov; porque así lo ha dicho la boca del Señor" (versículo 14).
Los Sabios basaron en estos versículos todas las obligaciones rabínicas del Shabat, que crean la atmósfera de santidad. El honor y el deleite del Shabat: vestir ropas de Shabat, evitar acciones mundanas y hablar de asuntos profanos, la santificación del día y su disfrute con comida, bebida y vestimenta limpia.
Es imposible que exista el ayuno sin la abstención de comer y es imposible que exista el Shabat sin las prohibiciones de trabajo. El profeta no sustituye los mandamientos materiales solo por contenidos espirituales, pero enseña que no es suficiente con los elementos materiales. Es necesario infundirles un contenido espiritual e ideológico significativo, para que la festividad no quede solo como un conjunto de acciones externas, sino que sea un día significativo, lleno de contenido e inspiración para toda la vida del hombre.