La bendición de Moshé

La bendición de Moshé

Después que ya estaba todo preparado, se traen todos los utensilios a Moshé Rabeinu a fin de que los apruebe y los bendiga. Todo ello a pesar de que todo se hizo acorde a la orden de Dios a Moshé. ¿Por qué era esto necesario?

En el transcurso de nuestro capítulo, el pueblo trae todo el Mishkán (Tabernáculo) a Moshé-las tablas, los zócalos y las coberturas de las que está hecha la Tienda del Mishkán; los utensilios del Mishkán y todos sus artículos; la vestimenta de los Cohanim (Sacerdotes) y también el aceite para alumbrar, el pan de la proposición y el incienso. Todos los elementos son nombrados en un párrafo extenso y detallado. Y entonces figuran nuevamente los conceptos a modo de resumen: “De acuerdo con todo lo que había prescripto Adonai a Moshé. Así hicieron los hijos de Israel todo el trabajo. Vio Moshé toda la obra, y he aquí que la habían hecho como había prescripto Adonai; así lo hicieron. Y los bendijo a ellos Moshé (Versículos 42-43). Moshé examina todo lo que le han traído y comprueba que, efectivamente, todo fue hecho de acuerdo a las instrucciones. Y él bendice al pueblo por ello.

Aparentemente, todo está muy bien. No obstante nuestros Sabios percibieron entre líneas, un escenario dramático y cargado de tensión. ¿Por qué de repente era necesario traer los utensilios para que sean revisados por Moshé? ¿Y acaso es un control de calidad? ¿Acaso él no confía en Betzalel, que fue nombrado  por Dios para el cargo? ¿Y cuál es la finalidad de la bendición que Moshé le da a los hijos de Israel?

Y he aquí que el Midrash se encarga de completar los hechos que tan solo son aludidos en el texto bíblico.

 “Visto y considerando que finalizaron la tarea en el Mishkán, estaban sentados esperando el momento en el cual la Divinidad se posara sobre él, y se lamentaban que la Divinidad no se posara sobre el Mishkán. ¿Qué hicieron? Fueron en busca de los sabios de corazón. Les dijeron: ¿Y qué hacen sentados? Levanten ustedes el Mishkán y la Divinidad se posará entre nosotros.” Pedían que lo levantaran y no sabían o no podían hacerlo, y cuando pensaron levantarlo se caía. De inmediato se dirigieron a Betzalel y a Aholiav. Les dijeron: “vengan ustedes y levanten el Mishkán, ya que ustedes lo hicieron. ¿Tal vez con ustedes sea posible? Inmediatamente comenzaron a levantarlo y no pudieron…” (Tanjuma Pekudei 11).

Nuestros Sabios relatan que después de muchos esfuerzos invertidos en la construcción del Mishkán quedó en claro que toda esa inversión queda en la nada: la Divinidad no se halla en el Mishkán. Pues entonces, resulta que esto fue un artilugio, ya que de no ser así ¿por qué nada funciona? Y realmente el interrogador preguntará: ¿por qué Dios no acordó posar su Divinidad sobre el Mishkán, de inmediato?

El Midrash responde a este interrogante. Dios vio el pesar de Moshé que quería participar del precepto y no se le dio la posibilidad, y por ello solicitó que el público percibiera que también Moshé tomó parte en la construcción del Mishkán-en efecto, él lo estableció.

Dios demora en posar su Divinidad en el sitio en el cual todo hombre de Israel está impedido de participar de la obra. Todo aquel que desea tomar parte de la construcción del santuario del pueblo está invitado a hacerlo; y mientras falte alguien, la realización compartida será incompleta. Sólo después que se le dio a Moshé la posibilidad de tomar parte, Dios puede posar su Divinidad en el Mishkán.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Parashá baktaná" publicado por "Maguid"

Rab David Stav: es el Rabino Jefe de la ciudad de Shoham es presidente de la organización “Tzohar” y se desempeña como Rabino principal del movimiento juvenil “Ezra”.v

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