La complejidad de Uziahu

La complejidad de Uziahu

En el libro Melajim Uziahu es descrito como un “Tzadik”, un justo, y a pesar de ello, fue afectado por la lepra. ¿Por qué? ¿Qué agrega el libro Divrei Haiamim para poder comprender los acontecimientos? 

En el libro Melajim, Uziahu fue descrito como un “Tzadik”: “E hizo lo recto a los ojos del Señor, conforme a todo lo que había hecho Amatziahu, su padre” (Melajim II, capítulo 15, versículo 3), pero por otra parte, fue castigado con todo el rigor de la ley: “Y el Señor hirió al rey, de manera que fue leproso hasta el día de su muerte” (capítulo 15, versículo 5). La marcada contradicción entre Uziahu, el justo, y su lepra, da cuenta de una personalidad compleja, pero el texto en el libro Melajim minimizó los hechos y no esclareció la complejidad de su personalidad, y el contraste en sus acciones sólo fue descrito ampliamente en el libro Divrei Haiamim.

Sus acciones políticas, como fuera descrito en el capítulo 26, fueron muy grandes. Luchó contra los pelishtim, los filisteos, desde el oeste y asentó allí a judíos. Fortificó la Tierra, la construyó y estableció un asentamiento a gran escala. Construyó torres en Ierushalaim, su ejército se fortaleció con más de 300.000 referentes, equipó adecuadamente a sus soldados con muchas armas, e incluso inventó un arma nueva: máquinas de guerra inventadas por hombres ingeniosos. Junto a Yarovam, el hijo de Yoash, se unieron los reinos de Israel para una acción conjunta y lograron ampliar las fronteras de Israel a sus dimensiones históricas. Al igual que los reyes de Iehudá que lo precedieron, Uziahu aspiraba a continuar los pasos de David y Shlomó y restituir la gloria de Israel a su época brillante, y parecía que había llegado a esto.

Pero cuando se atribuyó todo el éxito a sí mismo, quedó claro que se trataba solamente de una apariencia externa y que Uziahu no es David. Uziahu desperdició la oportunidad y fracasó: “Mas siendo ya fuerte, enaltecióse su corazón para destrucción (suya), pues prevaricó contra el Señor, su Dios, entrando en el templo del Señor para quemar incienso sobre el altar de incienso... Y le miró Azariahu, el sumo sacerdote, con todos los sacerdotes, y he aquí que estaba herido de lepra en su frente; y le echaron de allí a toda prisa; también él mismo se apresuró a salir, por cuanto le había herido el Señor” (Melajim II, capítulo 26, versículos 16-20).

Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído del libro “Mikdash Melej-Iyunim beSefer Melajim”, de ediciones Midreshet HaGolán.

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