La discusión entre Dios y Eliahu

La discusión entre Dios y Eliahu

El objetivo de la misión de Eliahu a Najal Krit es para demostrar que detiene las lluvias. Eliahu no está dispuesto a volver atrás en su juramento, y por consiguiente, seca el arroyo y continúa la discusión con Eliahu en otro lugar y de otra forma.

2 Y tuvo revelación del Señor, que decía:
3 "Vete de aquí, y vuelve hacia el oriente, y escóndete junto al torrente de Krit, que está enfrente del Iardén.
4 Y será que del torrente beberás, y he mandado a los cuervos que te provean allí de sustento.

Rabí Shmuel Laniado, en su comentario “Klí Iakar” sobre los profetas, fundamenta esta orden de Dios, en que el juramento de Eliahu fue realizado por su propia iniciativa.

A Eliahu se le exigió que se separara de la sociedad de su pueblo y del castigo que le ocasionó a ellos. Al encontrarse lejos de ellos, se plantea el interrogante si es que será capaz de vivir un año en soledad, y vivenciar diariamente, dos veces por día, su condición de ser diferente de la gente de su pueblo, se diferencia de su sociedad y de su destino. Es posible que esta forma de vida en el arroyo Krit lo lleve a pedir retornar al seno de su pueblo, a sentir su difícil situación y a ser socio de su destino. Tal medida, si se concretara, será la primera hacia la anulación del juramento de Eliahu.

Eliahu no se encuentra de inmediato con los resultados de su juramento-con el arroyo seco. Tras un invierno sin lluvias, el caudal del río comenzó a disminuir, y durante el verano, el agua fue disminuyendo. Y Eliahu, quien vive en la proximidad del arroyo, experimentó su lenta muerte y percibió claramente cómo su acatamiento al juramento impide una vida fresca y domina el intenso calor y el terrible desierto, hasta la muerte final del arroyo…”y se secó el arroyo” (versículo 7). ¿Y por qué sucedió esto? “porque no había lluvia en el país” (versículo 7).

Eliahu mantiene su postura y su juramento y no está dispuesto a retractarse de ellas y restituir la lluvia a partir de su palabra. Por ello continuará la discusión con él. No obstante, ya no en este lugar, en el arroyo Krit, y ya no con estos “argumentos”. Esta vía no ha dado resultados y por ende, el profeta debe ser trasladado a otro sitio, e intentar otra vía de discusión, una nueva vivencia a experimentar por el profeta, que tal vez habrá de modificar su postura y la suavizará.

Para ello, llega este final de crisis, permaneciendo durante un año junto al arroyo Krit. La desecación del arroyo, como resultado que se impone a partir del decreto de sequía impulsado por Eliahu, obligará al profeta a buscar un sitio diferente para la continuidad de su existencia en esos días difíciles, y el imperativo de Dios lo guiará a ese nuevo lugar y a la nueva forma de existencia en ese mismo lugar, a fin de proseguir la discusión.
 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Cortesía sitio DAAT

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