El episodio de la garantía de Iehudá para la restitución de Biniamín es similar a la historia de Iehudá y Tamar por el hecho de que en los dos casos Iehudá otorga una garantía. ¿Cuál es el significado de la semejanza entre los relatos?
En dos historias Iehudá entrega una “garantía”: en su encuentro con Tamar (Capítulo 38) Iehudá le entregó su bastón, su sello y su cordón; frente a Iosef, Iehudá enfatizó su garantía: “Pues tu servidor ha salido fiador por el mozo, frente a mi padre, diciendo: Si no te lo trajere hasta ti, habré pecado para mi padre por todos los días” (Capítulo 44, versículo 32). En el caso de Tamar, Iehudá le entregó sus objetos personales, indicando su compromiso personal. En el relato del descenso a Egipto, Iehudá se convirtió él mismo en garante para el joven, a partir de un compromiso personal de Iehudá con el destino de su hermano.
El seguimiento de las dos garantías en ambos relatos indicala gran diferencia entre ambas:
En la historia de Iehudá y Tamar, de hecho se espera de Iehudá que asuma la responsabilidad por el destino de Tamar y evite la situación imposible que decretó para ella- “Permanece viuda en la casa de tu padre” (Capítulo 38, versículo 11). Más aún, si Iehudá técnicamente podía haberse mantenido en silencio cuando llevaron a Tamar a la hoguera, no hay duda alguna que esperamos de Iehudá que se comporte como una persona moral y asuma la responsabilidad por la situación creada por él, tal como lo hizo Iehudá al decir “es más justa que yo” (Capítulo 38, versículo 26)
A diferencia de ello, a partir de la voluntad de Iehudá de ser garante de Biniamín y con su entrega total al estar dispuesto a ser esclavo en Egipto en su lugar, Iehudá actúa por encima de las normas legales. Se podría argumentar que la responsabilidad del destino de Biniamín recae en él, porque robó la copa. Iehudá podía haber callado y mirar como toman a Biniamín como esclavo-y no creo que hubiéramos podido esgrimir argumentos en su contra.
Y sin embargo, Iehudá no se comportó de ese modo. Con la maravillosa sensibilidad de un hijo que sabe que su padre prefiere el retorno de su hermano por sobre su propio regreso, él propone cambiar la esclavitud de Biniamín por la de él.
Las dos personas que “se esconden” de Iehudá-Tamar y Iosef-se abstienen de recibir una paga a cambio de la ayuda brindada. Por ello se quedan en poder de la “garantía”. El hecho de no recibir la paga por parte de los dos que “se ocultan” de Iehudá es el que finalmente conduce a Iehudá a desplegar sus fuerzas interiores y significativas. De algún modo, Tamar y Iosef le insinúan a Iehudá: el conflicto que estás atravesando no podrás solucionarlo mediante la paga, con dinero; bajo la superficie hay un conflicto más significativo, y requiere de tu entrega total a fin de resolverlo. Y efectivamente, en los dos relatos Iehudá manifiesta una enorme fortaleza espiritual y sabe decir por un lado “es más justa que yo” (Capítulo 38, versículo 26), y por otro, “permanezca por favor tu servidor en lugar del mozo como esclavo para mi señor” (Capítulo 44, versículo 33).
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".