La impureza antecede al riesgo para la vida humana

La impureza antecede al riesgo para la vida humana

 

Aquí podemos ver una ilustración de un sistema de valores distorsionado de los habitantes de Shomrón: la impureza de los leprosos era considerada por ellos como más grave que el inminente riesgo para la vida.

¿Por qué estaban sentados cuatro leprosos en la parte de afuera del portón de acceso?

En referencia al leproso, leemos en la Torá: “aislado permanecerá; fuera del campamento tendrá su morada” (Vaikrá, capítulo 13, versículo 46).

Dicho mandamiento está formulado acorde a las condiciones de vida del pueblo en el desierto-vida en un campamento nómada. En la Tierra, los leprosos eran enviados a las afueras de la ciudad amurallada, pues entonces, ¿dónde podrán encontrar un refugio de las inclemencias del tiempo?

El portón de la ciudad no era solo una abertura en la muralla sino una estructura que permitía acurrucarse debajo de ella. A partir de nuestro episodio, se puede concluir que el lugar de los leprosos se hallaba en la parte externa de la puerta, abierta hacia el exterior, ya que, de otro modo, no hubieran podido encaminarse libremente al campamento de Aram.

La cuestión de la ubicación de los leprosos en las afueras de la ciudad en tiempos de guerra y de sitio, aún requiere ser explicado: ¿Acaso no estamos ante una situación de inminente riesgo de muerte para esos leprosos, y de hecho, el peligro de vida antecede al mandamiento de su permanencia aislados en las afueras del campamento?

También es posible que los arameos conocían la situación especial de los leprosos, y eran considerados como “no alineados” con ninguna de las partes contendientes, y por consiguiente, no estaban en peligro. No obstante, es posible que estemos ante una ilustración de un sistema de valores distorsionado de los habitantes de Shomrón: para ellos, la impureza de los leprosos era más grave que el riesgo inminente para la vida. Para ellos era más importante preservar la santidad de la ciudad Shomrón de la impureza los leprosos que la propia vida de esos leprosos.

Y así relata la Baraita en el Tratado de Iomá 23a:

Fue enseñado en la Mishná: se registró un incidente en el cual ambos Cohanim, Sacerdotes eran iguales mientras corrían y ascendían por la rampa (de modo que el ganador se adjudique la realización de Trumat Hadeshen, una ofrenda que se hacía al quitar las cenizas que se produjeron en la quema de las ofrendas y eran colocadas a una distancia del altar). Uno de ellos llegó a los cuatro codos antes que su colega, tomó un cuchillo y se lo clavó en el corazón...llegó el padre del muchacho, es decir del joven Cohen apuñalado y pudo comprobar que aún tenía convulsiones y expresó: Que la muerte de mi hijo sea una expiación para ustedes. Pero mi hijo continúa con convulsiones y aún no ha muerto, es por eso que el cuchillo clavado en su cuerpo, no se ha vuelto ritualmente impuro por el contacto con un cadáver. Esto nos indica, que a ellos, la pureza ritual de los utensilios les preocupaba más que el derramamiento de sangre.

Editado por el equipo del sitio de Tanaj

Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion

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