¿Qué llevó a Yehonadav hijo de Rejav a tomar la decisión de apartarse de la sociedad y de sus placeres, y de transmitir dicha orden también a los miembros de su familia? Aparentemente, es la rebelión de Yehú la que lo llevó a Yehonadav a tomar esta decisión. Yehonadav se apartó de la sociedad pero no se desilusionó de la persona. Su tendencia era la del perfeccionamiento de la persona, aún si se diera solo en él y en su familia.
Yehonadav, el padre de la Casa de Rejav estableció para su Casa una nueva forma de vida, una forma “esenia” extrema, los retrotrajo a la vida nómada de la familia de los Keinim. Les ordenó a sus hijos: “No beberán vino, ni vosotros ni vuestros hijos, para siempre; ni tampoco edificarán casa, ni sembrarán granos, ni plantarán viñas, ni poseerá estas cosas; sino antes habitará en tiendas todos vuestros días...” (Irmiahu, capítulo 35, versículos 6-7).
Los hijos de Rejav aceptaron estos mandamientos en un pacto, como una especie de pacto del Sinai. Frente a la posesión de la tierra, la construcción y los placeres de la vida, Yehonadav se propuso el desafío de retornar a la carpa y a la vida simple y natural. Expresó la sensación de ajenidad y temporalidad que acompaña a la persona.
Después de años de insertarse en la sociedad, de forma repentina, Yehonadav decidió volver a apartarse de ella. ¿Cuál es el motivo que lo llevó a apartarse de la sociedad y de su vida turbulenta y hedonista? ¿Qué provocó la reacción por la que pasó Yehonadav y su Casa?
Resulta que la separación de Yehonadav no fue casual ni simple, sino que reflejaba la conclusión de su vida y sus vivencias como un contemporáneo.
Su postura espiritual durante la rebelión de Yehú no era conocida ni clara. Su alejamiento no precedió a la revuelta de Yehú sino que fue consecuencia de la misma y su giro monástico en sus costumbres y forma de vida particulares, no fueron la razón de su participación en la rebelión, sino su conclusión. Yehonadav era una persona importante y distinguida y temerosa de Dios en su sentimiento, que quería participar de la venganza de Dios con los sacerdotes del Baal. Pero tras el trágico derramamiento de sangre llevado a cabo por Yehú, para su consternación, Yehonadav descubrió, que todo seguirá igual, que la rebelión no promovió ninguna mejora en el mundo. Yehonadav se desilusionó y sintió desaliento, abandonó las pretensiones de un perfeccionamiento social integral, y decidió alejarse del involucramiento social y de los intentos por mejorar sus normas. Yehonadav se apartó de la sociedad pero no perdió la esperanza en las personas. Es por ello que retornó a la vida natural, alejado de los placeres de la vida, sus delicias y sus pulsiones, y su tendencia fue su propio perfeccionamiento, aunque el mismo se reflejara solo en él y en su familia.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído del libro “Mikdash Melej-Iyunim beSefer Melajim”, de ediciones Midreshet HaGolán.