La reina de Shva, el oro y los caballos

La reina de Shva, el oro y los caballos

División del capítulo:

Versículos 1-13: La visita de la reina de Shva
Versículos 14-29: El oro y los caballos

1. Versículos 1-13: La visita de la reina de Shva
La reina de Shva, cuya riqueza se describe en Irmiahu capítulo 6, versículo 20, y en Iejezkel capítulo 27, versículo 22, se presenta ante Shlomó y manifiesta su gran admiración. Primero, se admira por su sabiduría pero además por su enorme riqueza. A cambio de ello le entrega mucho oro, ciento veinte talentos, perfumes y piedras preciosas. En los versículos 11-12, el texto abandona por un instante a la reina de Shva y menciona nuevamente a Jiram y al oro y las piedras preciosas que sus barcos traen. Aparentemente, estos versículos parecen ser citados casualmente como un paralelismo de las muchas cosas que trajo la reina de Shva. Pero hay quienes señalaron que tal vez haya aquí una puja en torno al “corazón” de Shlomó. Y en realidad, en el capítulo anterior (versículo 14) hemos escuchado que también Jiram le trajo a Shlomó ciento veinte talentos de oro (como la reina de Shva). Es posible que la reina de Shva, que proviene de la Península Arábiga, vino a convencer a Shlomó de que no abandonara el uso del oro que llega a través del desierto y las caravanas a través de la utilización de las embarcaciones de Jiram.


2. Versículos 14-29: El oro y los caballos

Al leer estos versículos, sobre el abundante oro y sobre los caballos procedentes de Egipto, es inevitable recordar la orden dada al rey que figura en el capítulo 17 del libro Devarim, de que no acumule oro y caballos. Y por ende, inmediatamente, al comienzo del capítulo 11, escuchamos que Shlomó transgredió la tercera prohibición: la multiplicidad de mujeres. Tal como es conocido, al respecto, Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria dijeron:

Y dijo Rabí Itzjak: ¿Por qué no fueron reveladas las razones de la Torá? Debido a que en dos ocasiones fueron reveladas y el más grande falló en ellas. Está escrito: “Y tampoco se incrementará mujeres” (Devarim, capítulo 17, versículo 17), dijo Shlomó: yo tendré muchas y no me desviaré, y el texto señala: “Pues sucedió cuando Shlomó ya era viejo, que sus mujeres hicieron inclinar su corazón tras otros dioses” (Melajim I, capítulo 11, versículo 4). Y está escrito: “Sólo no habrá de incrementar para él caballos” (Devarim, capítulo 17, versículo 16), y Shlomó expresó: tendré muchos caballos y no haré volver al pueblo a Egipto, y el texto en Melajim I, capítulo 10, versículo 29, señala: “Y la saca de caballos (la cual corría por cuenta de Shlomó), se hacía en Egipto…” (Sanhedrín 21b).

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