La renovación del pacto con Dios

La renovación del pacto con Dios

A lo largo de las generaciones, el pacto entre Dios e Israel fue violado numerosas veces. A partir de ello, algunos de los dirigentes del pueblo vieron la necesidad de formalizar un pacto renovado entre el pueblo y su Dios

Dios realizó un pacto con Israel, según el cual el pueblo de Israel está comprometido a servir a Dios y cumplir sus preceptos.

A lo largo de las generaciones el pacto fue violado por Israel numerosas veces, al pecar y abandonar a Dios. La primera vez en la que el pacto fue violado y se renovó nuevamente, fue inmediatamente después del evento del pacto en el Monte Sinai, en ocasión del becerro de oro. Como consecuencia de la violación del pacto, Dios dice explícitamente que va a destruir al pueblo de Israel, o sea-que Él también violará el pacto: “Habló Dios a Moshé... Veo Yo a este pueblo y he aquí que pueblo duro de cerviz es, Y ahora. déjame, y que se encienda Mi furor contra ellos y los exterminaré. mas haré de ti un pueblo grande” ((Shemot, capítulo 32, versículos 7-10)

No obstante, Moshé no acepta el decreto malo. A fin de renovar el pacto entre Dios e Israel él reza y suplica numerosas veces, y además realiza una depuración del pueblo, en el marco de la cual de la cual mueren alrededor de 3.000 personas. Finalmente, Dios accede y el pacto es renovado, y el pueblo de Israel recibe las Segundas Tablas (Shemot, capítulo 34, versículos 27-2).

Después de este evento, no hay otros casos en los cuales Dios quiere violar por completo el pacto con el pueblo de Israel y aniquilar al pueblo todo. Aún cuando el pueblo de Israel peca mucho, e incluso es castigado duramente, aún se queda junto a Dios. A pesar de ello, algunos de los dirigentes de Israel vieron la necesidad de realizar un evento de renovación del pacto entre Dios e Israel, a fin de fortalecer al pueblo en el servicio Divino.

El primero en acordar un pacto de estas características fue Asá, el rey de Iehudá: “ Se juntaron, pues, en Ierushalaim en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asá... Y entraron en concierto de que buscarían al Señor, Dios de sus padres, con todo su corazón y con toda su alma...”(Divrei Haiamim II, capítulo 15, versículos 10-15).

También, Yehoiadá el Cohen, el Sacerdote realiza un pacto similar, tras los años el reinado de Yehoram y Ajaziá, quienes llevaron a Israel al pecado de la idolatría, por influencia de la Casa de Ajav: “ Entonces Yehoiadá hizo un pacto entre él y el pueblo entero, y el rey, de que ellos serían el pueblo del Señor” (En Divrei Haiamim II, capítulo 23, versículo 16 y también en Melajim II, capítulo 11, versículo 17) .

También el rey Yoshiahu, quien asumió el trono después de muchos años en los cuales el pueblo de Israel cayó en el pecado de la idolatría bajo el liderazgo de Menashé y Amón, volvió a formalizar un pacto entre Dios e Israel;

“y él leyó a oídos de ellos todas las palabras del Libro del pacto, que fue hallado en la casa del Señor. Y puesto en pie en su lugar, el rey hizo pacto delante del Señor, de que andarían en pos del Señor, y que guardarían Sus mandamientos y Sus testimonios y Sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma, cumpliendo las palabras del pacto escritas en aquel libro”      (Divrei Haiamim II, capítulo 34, versículos 29-31 y también en Melajim II, capítulo 23, versículos 1-3) 

La renovación del pacto en todos estos casos, implicó una verdadera revolución, en el marco de la cual eliminaron la idolatría de la Tierra. Ezrá y Nejemiá también perciben la necesidad de renovar el pacto entre el pueblo y Dios, pero en su época la problemática no era el paganismo sino los matrimonios mixtos (Nejemiá 10; Ezrá 10).

 

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