La salvación, ¿por juicio o por gracia?

La salvación, ¿por juicio o por gracia?

En los versículos que describen la época de los jueces en nuestro capítulo falta la dimensión del retorno y el clamor a Dios, en contraste con los episodios de los jueces en el cuerpo del libro. El texto lo omite debido a que al resumir la época resulta que el retorno a Dios fue como la espuma en la superficie del agua y la salvación llegó por medio de la gracia y no del juicio.

En los versículos 14-19 del capítulo 2 el texto describe el período de los jueces como una etapa oscura y de pecado continuo. En tiempos de angustia el pueblo clamó y gimió por la opresión pero es posible que el grito haya sido solamente una expresión de angustia y no tiene alusión alguna a la eliminación de la idolatría ni al retorno claro. Cada juez, en su período, logró impedir que el pueblo adorara a otros dioses y frenar momentáneamente el deterioro, pero en esos versículos no se menciona una respuesta concreta por parte del pueblo, y la influencia del juez no dejó su impronta en la época. En síntesis, puede decirse que el proceso de deterioro continuó y que de un juez al otro, el pecado se agravó e incrementó. A pesar de ello Dios los consoló de sus gemidos y les envió salvadores.

Sin embargo esta conclusión es contraria al esquema conocido del Tanaj: pecado-castigo-retorno (arrepentimiento)-salvación y contradice el enfoque explícito de la salvación de los jueces en la continuidad del libro, en el cual el esquema aceptado quedó plenamente de manifiesto: al pecar el pueblo-fue castigado, y cuando retornó y se apegó a la Torá-fue salvado. En todas las aperturas (con excepción de la de Shimshón) figuró el factor del retorno y arrepentimiento; el clamor fue dirigido explícitamente a Dios y era una expresión del retorno del pueblo.

Al parecer hay aquí una contradicción, sin embargo la hay sólo en la percepción simplista y superficial. El patrón bíblico que acompaña al libro es la vía elemental, la simple y honesta que compromete a la persona y acorde a ella debe actuar. En momentos de la acción el texto evaluó al pueblo conforme a sus actos, vio el pecado y el retorno, y halló méritos para el pueblo que supuestamente justificaron la llegada de la salvación.

Pero cuando se debe sintetizar toda la época resulta que dichos méritos eran como la espuma en la superficie del agua y tras la muerte del juez el pueblo regresó a su camino. Si tenía que hacer con el pueblo un ajuste de cuentas, no tenía resurgimiento, y por consiguiente la salvación llega a pesar de sus acciones-por gracia celestial. La vía de la recompensa y el castigo no es la única que compromete a Dios; muchos son los caminos de Dios y quién habrá de indicarle cómo actuar.

 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro “Oz Vaanavá-Iyunim beYehoshu veShoftim”, publicado por Midreshet Hagolán.

 

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