La santidad del Shabat, el Tabernáculo e Israel

La santidad del Shabat, el Tabernáculo e Israel

En el capítulo 31 figura el mandamiento del Shabat a continuación de las secciones del Tabernáculo. ¿Cuál es la relación entre el Shabat y el Tabernáculo? ¿Y qué es lo que viene a innovar este mandamiento a diferencia de los anteriores alusivos al Shabat?

En el mandato del Shabat que aparece en el capítulo 31, el énfasis recae sobre la santidad. El Shabat es también “sagrado para ustedes” (Versículo 14) y “consagrado ante Adonai” (Versículo 15), y así el pueblo de Israel se convierte en consagrado para Dios. En otras palabras, parece que Dios quien solicita consagrar a Israel, les entregó un buen regalo, que estaba oculto entre sus elementos ocultos, un regalo consagrado a Él. En el momento en que el pueblo de Israel consagre al Shabat de hecho ya estarán consagrados ante Aquel que consagra el Shabat-Dios. Por medio del Shabat, que es consagrado tanto para Dios como para el pueblo de Israel, el pueblo de Israel se consagra ante Dios!!

En el capítulo 35, en momentos en que Moshé cita textualmente este mandamiento  sobre el Shabat, incluye todos los conceptos juntos: “Seis días se habrá de hacer trabajo, pero el día séptimo será para ustedes consagrado, Shabat, día de descanso ante Adonai. Todo el que hiciere en él trabajo habrá de ser muerto” (Capítulo 35, versículo 2). El séptimo día “será consagrado para ustedes”, ya que es “un día de descanso ante Adonai”. Este elemento “romántico” del Shabat se mantuvo ausente hasta ahora en todas las citas alusivas al Shabat. Hasta aquí hemos leído que a través del Shabat el pueblo de Israel da testimonio de que Dios creó el mundo. No obstante, aquí, por medio del Shabat el pueblo de Israel está de pie ante Adonai y se consagran ante Él. En la continuidad del capítulo 31, el texto regresa al aspecto conocido del Shabat, y en esta parte la señal del Shabat no es a través de la consagración de Israel por Dios, sino que la señal informa acerca de la creación del mundo “Ya que en seis días hizo Adonai los cielos y la tierra, mas en el día séptimo cesó y reposó” (Versículo 17). Aquí el texto vuelve al sentido del Shabat que fuera dicho en Sinaí, y lo incluye junto al significado del Shabat íntimo, singular para el Tabernáculo, que aspira establecer un sistema de relaciones de santidad entre Dios y su pueblo.

¿Por qué el texto elige hacernos oír acerca de la santidad del Shabat que consagra al pueblo de Israel ante Su Padre Celestial, precisamente a continuación del Tabernáculo?

Después de escuchar el pueblo de Israel acerca de la casa de Dios, sobre el Tabernáculo que le indica a Israel que existe una santidad del lugar desde lo ontológico, he aquí que el pueblo de Israel, puede escuchar sobre la santidad del tiempo desde lo ontológico. Si es que existe un determinado sitio más consagrado que otro, pues también puede haber un tiempo más consagrado que otro. Por ello, precisamente aquí, a continuación del mandamiento del Tabernáculo, el pueblo de Israel escucha el mandamiento de la santidad del Shabat, una santidad que arrastra la posibilidad de la profanación, cuyo castigo es la marginación.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

Rab Dr. Jonathan Grossman: es profesor adjunto en el Departamento de Biblia de la Universidad Bar-Ilan, y del Departamento de Biblia en el Instituto Herzog en Alon Shevut. Obtuvo su Master en Filosofía Judía de la Universidad Hebrea de Jerusalén y su Doctorado en Biblia de la Universidad Bar-Ilan, y ha enseñado en el “Centro de Estudios de Migdal Oz”.

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