El componente de la rectitud como principio básico humano, moral, social y jurídico es parte del código genético que el texto bíblico quiso insertar en el pueblo judío.
Dos veces en el libro Devarim la Torá nos posiciona frente a la combinación de la rectitud y la bondad: “Habrás de hacer lo recto y lo bueno a ojos de Adonai” (Capítulo 6, versículo 18) y “porque habrás hecho lo bueno y lo recto a ojos de Adonai, tu Dios” (Capítulo 12, versículo 28). La primera combinación aparece en el marco de la observancia general de los preceptos y como base para la herencia de la tierra; la segunda, aparece como el cierre de una serie de preceptos. Esta combinación figura varias veces en el texto bíblico-en los profetas y en los escritos; y se une a otras numerosas citas del vocablo de la rectitud.
La rectitud, por cierto, cuando es adherido a lo bueno, es un imperativo ético que se inviste de un sentido jurídico y operativo. Rashi explica nuestro versículo “Habrás de hacer lo bueno y lo recto a ojos de Adonai” (Capítulo 6, versículo 18) de una forma muy breve: “Esto es un compromiso y más allá de lo que impone la ley”. ¿Por qué? Porque concluir una discusión con un pacto de conciliación es la encarnación de la paz entre el hombre y su prójimo, incluso si justifica ingresar en el ámbito más allá de lo que marca la ley, y es también la forma adecuada a ojos del que mora en los cielos (Dios). Ya que toda discusión-que no es en aras del cielo-es desestimada por Dios.
Y a la par de ello, el versículo “porque habrás hecho lo bueno y lo recto a ojos de Adonai, tu Dios” (Capítulo 12, versículo 28) es interpretado por Rashi: “lo bueno, a ojos de Dios y lo correcto, a ojos del hombre”. He aquí que se unen los mandamientos “entre el hombre y Dios” y “entre el hombre y su prójimo”; y es bueno recordar en el día en que esto fue escrito, el día del ayuno de Tishá BeAv, 9 de Av (el día de duelo nacional del pueblo judío), los conceptos del “Amorá” (erudito de la Guemará) Rabí Iojanan (Babli, Baba Metzia 30b), “Ierushalaim fue destruida porque…se administraba justicia acorde a la ley de la Torá y no lo hacían más allá de lo que impone la ley”.
El componente de la rectitud como principio humano, moral, social y jurídico forma parte del código genético que la Torá quiso insertar en el pueblo judío; el maravilloso libro de ética “Mesilat Iesharim”, de Rabí Moshé Jaim Luzzatto (Italia, Holanda e Israel, siglo XVIII) está basado en el versículo del libro Mishlei, Proverbios (Capítulo 16, versículo 17) “el camino de los rectos es el apartarse de maldad”, y es fácil de conjeturar que el versículo “apártate del mal” es el precedente lógico del que señala “y haz el bien” (Ver, por ejemplo, Tehilim, Salmos, capítulo 37, versículo 27-“Apártate del mal y haz el bien”)
En la introducción a su comentario “Haemek Davar” al libro Devarim, el Rabino Naftalí Tzví Iehudá Berlin (HaNatziv), líder de la Yeshivá (Academia Rabínica) de Volozhyn, que fue la institución madre las academias rabínicas lituanas en el siglo XIX, aplica este mensaje ético de la rectitud a todo el libro Devarim:
“Ya que aquel que observa puntillosamente los conceptos de moral incluidos en este libro inspirado a partir del espíritu sagrado de Moshé Rabenu, cada persona habrá de hallar miel y leche según su valor…y cada uno habrá de reflexionar según su capacidad, y encontrará el camino correcto a transitar, acorde a sus hábitos de comportamiento, y la luz de este libro iluminará su camino”.
He aquí la recomendación para aquel que desea transitar por el camino correcto-habrá de estudiar el libro Devarim que está colmado de enseñanzas y preceptos, muchos de los cuales son entre el hombre y su prójimo. También la justicia en el Estado de Israel se inspiró en esta teoría del bien y la rectitud de la Torá. El juez Menajem Elon escribió en uno de sus fallos instructivos, al aludir al concepto de “buena fe” que es un principio central de la ley israelí ( Carilla 1 148/77 Roth contra Ieshufa (Construcción) párrafo 4 33 (1) 617,635).
“El elemento fundamental del concepto de buena fe, es, por lo tanto, la honestidad, la acción correcta e íntegra, y es una parte esencial de un principio supremo en el mundo de la Halajá (ley religiosa judía) que queda reflejado en las palabras “Habrás de hacer lo recto y lo bueno” (Versículo 6)”
Y de aquí también que se lo vincule, a veces aludiendo al cuerpo de la Halajá con relevancia jurídica como lo indica la ley, y en ocasiones a ideas de naturaleza moral que no llegan al cargo legal. Allí, el juez Alon cita las palabras del Prof. Uri Yadin, un prominente hombre de ley en el Ministerio de Justicia y en la Knéset (Parlamento de Israel) desde tiempos inmemoriales, quien calificó a la mención “Habrás de hacer lo recto y lo bueno” como un concepto supremo que va más allá del principio de la buena fe. Le da un carácter especial a la nueva ley israelí, y tal vez haya en ello una especie de resurgimiento de la ley hebrea en su sentido más profundo y supremo.”
Y concluiré con conceptos que tuve la oportunidad de escuchar en uno de los fallos (Carilla 1 7654/06 Ada Rozensztrauch contra el Fondo de Pensiones de Egued), que trató sobre los derechos de pensión de una mujer anciana: “…nos ocupamos-en términos de la ley hebrea- de cuestiones que involucran en forma conjunta a la ley y la ética. Al respecto, desde la perspectiva de “Habrás de hacer lo recto y lo bueno; como lo dijera el (Juez) Dr. Moshé Zylberg (en su libro “Este es el camino del Talmud”, página 99) se trata de “una categoría impuesta como deber por los Sabios…por lo recto y bueno que hay en ella”, y de aquí se infiere el desarrollo de la misma.
Y si es así en el texto bíblico y así en los conceptos de los Sabios, y así es en la ley del renovado Estado de Israel, un hilo dorado conduce de uno a otro, y por cierto se puede hablar del ADN de un código genético, heredado por las diversas generaciones a lo largo de la historia de Israel; y el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder jurídico en Israel pondrán ante sí la acción de lo bueno y lo correcto, como elemento constitutivo de un estado judío y democrático.
Gentileza del sitio 929.