¿Por qué y para qué fueron enviados los leones a atacar a los pueblos que fueron asentados por el rey de Ashur en Shomrón?
El método imperialista asirio no se conformaba con exiliar a los pueblos de su lugar, sino que los intercambiaba entre ellos. Así, se llenaba el espacio vacío, y los pueblos sabían que se hallaban en una situación irreversible-su exilio era definitivo. Pero con Israel, el método asirio se encontró con un obstáculo excepcional-los leones vinieron y les impidieron a los pueblos extranjeros tomar la tierra de las tribus de Israel. La Providencia Divina se involucró y le concedió al pueblo un plazo adicional, y por el momento se avivó cierta esperanza de que el proceso de destrucción podría ser detenido.
La Torá aseguró “Nadie intentará adueñarse de tu tierra” (Shemot, capítulo 34, versículo 24) y negó la posibilidad de que otros pueblos desearan la tierra. Esta es una promesa doble: nacional y particular: cuando el individuo haga lo que se le solicita y se dirija al encuentro de Dios, su tierra no será codiciada, y su parcela personal y familiar será preservada. Esos mismos leones que daban vueltas por la tierra, impidiéndoles a los Shomronim apoderarse de la tierra de sus hijos, también preservaron los hogares de los peregrinos.
El rol de los leones en el relato fue muy destacado, y en general, en el libro Melajim, los leones están muy activos. Atacan de un modo permanente a todo aquel que viola la orden del profeta, incluso si él mismo era profeta. Un león mató al varón de Dios de Iehudá cuando regresó a Beit El para comer, en contradicción con su profecía (Melajim I, capítulo 13), un león mató al discípulo del profeta que rehusó cumplir las palabras de su compañero profeta “por orden de Dios, te ruego que me hieras” (Melajim I, capítulo 20, versículo 35).
Tal vez, también los leones que atacaron a los Shomronim llegaron por esta causa. El juicio del Dios de la Tierra no es solo una concepción territorial pagana, sino también una referencia a la particular santidad de la Tierra de Israel y lo que ello implica. El pueblo de Israel fue exiliado de la Tierra a pesar de que es su Tierra, ya que no cumplió las palabras de los profetas ni corrigió su modo de actuar. La tierra lo vomitó después de que pecara y la impurificara. Pero el asentamiento de los Shomronim, quienes pecaron en ella en su lugar, mientras continúan haciendo sus abominaciones como en el pasado, también eso implica la anulación de los conceptos proféticos pronunciados. Por ello, los leones los devoraron, a fin de alejarlos de la Tierra.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído del libro “Mikdash Melej-Iyunim beSefer Melajim”, de ediciones Midreshet HaGolán.