Necesitamos un líder como este

Necesitamos un líder como este

David debe afrontar una misión-huir exitosamente. Y aprendemos que un líder es conocido a través de la forma de comportarse con su entorno, en esos momentos difíciles.

 

 “Y David se fue de allí y se refugió en la cueva de Adulam. Y escucharon sus hermanos y toda la casa de su padre, y descendieron a él allá. Todo el que estaba en apuros, todo el que estaba endeudado y todo el que estaba descontento, se unió a él, y él vino a ser jefe sobre ellos. Y había con él unos cuatrocientos hombres. De allí fue David a Mitzpé Moab, y dijo al rey de Moab: Permite que mi padre y mi madre vengan y se queden con vosotros hasta que yo sepa lo que Dios hará por mí” (Versículos 1-3) 

Un líder es puesto a prueba a partir de su capacidad de escuchar la difícil situación de las personas en los márgenes de la sociedad. Aquellas que no son bellas ni valientes. Cuya atención requiere de paciencia, tiempo y esfuerzo. Cuyo tratamiento es duro y continuo. Cuyas angustias, a menudo sólo aumentan. Así era David en los años difíciles, al fugarse, cuando su vida se hallaba realmente en peligro-encuentra sus poderes y fortalezas para ser el líder de los débiles. Aquellos que se encuentran en situaciones angustiantes, que tienen deudas económicas difíciles de sobrellevar, los que están amargados y desesperanzados. Él los lidera y a través de ellos, lidera las victorias, y tal vez, de ese modo logró generarles un cambio de imagen y rehabilitarlos.

 

 

 

Tampoco olvida a sus familiares y padres. Es lógico  de suponer que los años en los que David tuvo que deambular, no le hicieron bien. David, atento y sensible, se pone en riesgo al dirigirse al rey de Moab para que lo ayude, concediéndole un lugar fijo para su residencia hasta que la situación mejore. Como lectores, suponemos que David debe afrontar una misión-huir exitosamente.  Y aprendemos que un líder es conocido a través de la forma de comportarse con su entorno en esos momentos difíciles.

 

Hemos tenido el mérito que el rey del  pueblo de Israel era sensible, atento, tolerante, como alguien que asume la responsabilidad en toda situación. Y eso es lo que anhelamos también hoy: “Y Yo, el Señor, seré el Dios de ellas, y Mi siervo David será el príncipe en medio de ellas” (Yejezkel capítulo 34, versículo 24)

 


 

Gentileza sitio 929

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