No hay atajos

No hay atajos

¿Desean elevarse por sobre la compleja realidad cotidiana? ¿Quieren saber qué habrá de ocurrir, y si es que habrá un fin para este sufrimiento? Pues, diríjanse a los profetas auténticos.

El mundo está lleno de desvíos y caminos sinuosos, falsos profetas y adivinos. Hombres que aprovechan el anhelo humano por el misticismo a corto plazo y saben cómo sacar provecho con el cuerpo, el alma o el dinero. Los titulares de los diarios están colmados de relatos acerca de hombres poderosos que se aprovechan de la angustia de otros y les realizan todo tipo de promesas a modo de consuelo.

Parece como si Moshé Rabenu al escribir los versículos de su “Introducción a la vida en la tierra de Israel” (denominados afectuosamente como “libro Devarim”) leyó los titulares de los diarios del día y les adjuntó sus “preceptos positivos y negativos”. ¿Y qué es lo que se ha dicho? Una profecía consumida fue escrita por generaciones. Y esta profecía, en sus recomendaciones, fue pregonada y consumida, y cómo.

“Pues tú vas a venir a la tierra que Adonai, tu Dios, te concede a ti, no aprendas a hacer como las abominaciones de las gentes aquellas. No habrá de hallarse en ti el que hace pasar a su hija o a su hijo en el fuego, ni el que practica la adivinación, ni el agorero, ni el mago, ni el hechicero. Ni el demonólatra ni el que consulta a nigromante o sortílego ni el que inquiere a los muertos” (Versículos 9-11)

La vida recomendada en esta tierra, según Moshé Rabenu, es una vida de trabajo y dedicación, trabajo con las manos y trabajo en la tierra. Ningún hombre (a excepción de los Cohanim y Leviim, como verán a continuación) está exento de esta vida, una vida consistente y con entrega, dura y simple. Acre por acre y cabra por cabra. No hay atajos. No se puede extraer el pan de la tierra por medio de la brujería. No se puede alcanzar la salud a través de talismanes y hechizos.

¿Desean elevarse por sobre la dura realidad cotidiana? ¿Quieren saber qué habrá de ocurrir, y si es que habrá un fin para este sufrimiento? Pues, diríjanse a los profetas auténticos. ¿Quiénes son los profetas auténticos? ¿Cómo se sabe que ellos dicen la verdad? Pregunta excelente. El versículo sostiene que se puede saber, que en el final, la realidad lo muestra. Pero he aquí una pista: ellos no prometen ningún atajo, ni tampoco una vida particularmente fácil. A fin de modificar las cosas, ellos solicitan una reparación, a veces tocan donde duele y saben transmitir conceptos críticos nada agradables. Así es como lo hacen los profetas auténticos.

Pero esto no es todo. Hay una vía adicional, para aquel a quien el trabajo con las manos no le resulta apropiado y está ávido de otras cosas. La Torá, no obstante, destina esta senda a los Cohanim y los Leviim, ya que ellos no poseen parcela de tierra y heredad y viven de los aportes generosos de la gente. Pero la idea es preservada: el modelo de apoyo público para las personas que abandonan el esfuerzo humano simple, en beneficio de cuestiones espirituales, aún está vigente.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

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