Preguntas de Abarbanel, Deuteronomio 13

Preguntas de Abarbanel, Deuteronomio 13

·  “Cuando apareciere en medio de tí un profeta o soñador que te anunciare alguna señal o algún prodigio, y realmente viniere la señal o prodigio y él propusiere:  Vayamos tras otros dioses que tú no conociste y sirvámosles.  No escucharás las palabras de tal profeta o soñador, porque ello es una prueba a que te somete el Eterno tu D-s para comprobar si en verdad Le amas con todo tu corazón y con toda tu alma.”

(Deuteronomio 13)

Pregunta:  Este individuo del que habla la Torá, si dijéramos que es un falso profeta, ¿cómo es que puede realizar milagros?.  Por otro lado, si aceptamos que es un verdadero enviado de D-s y ha venido a probarnos (como lo recalca el texto), ¿por qué habrá de morir? ¿Cuál es su falta?

Respuesta:

Este controversial tema ya es tratado por los distintos comentaristas, que proveen tres respuestas principales basadas en el Midrash:

La primera es la idea de Rabi Yosi Haglilí, quien opina que el ejemplo trata de un profeta falso, que logra igualmente realizar milagros por medio de la hechicería y la magia;  o de un oportunista que pudo haber oído y haberse adjudicado las palabras de un vidente fidedigno.  Por esta postura se inclinan el RAMBAM (Maimónides) e IBN EZRA entre otros; sin embargo, Abarbanel los cuestiona diciendo que en ese caso la Torá habría escrito textualmente "hechizo o magia", y no "señal o prodigio" (vocablos utilizados para enviados de D-s).

La segunda idea del Midrash es la de Rabi Akiva, quien entiende el caso como el de alguien que comenzó siendo un profeta verdadero y posteriormente se degradó, y abandonó el camino correcto.  Con respecto a las señales y milagros, éstos se habrían realizado en el pasado, durante sus buenos tiempos, ganándose así su reputación de enviado Divino.  Abarbanel también aquí cuestiona el razonamiento ya que el mismo texto comprueba que esta persona aparece en tiempo presente realizando milagros, y tratando de convencer al público de corromperse ejerciendo idolatría.

La tercera opinión dice que efectivamente es un profeta verdadero y que su propósito es cumplir con la prueba que está enviando D-s.  Sin embargo, la misma pregunta arriba escrita queda vigente: ¿Porqué habrá de morir?, ¿En qué radica su falta, si cumplió con las órdenes del Todopoderoso?.

Abarbanel propone pues una respuesta combinada:

No se trata aquí de alguien que puede realizar milagros que cambien la naturaleza ni modifiquen el curso normal del mundo, sino de un tipo de aprendiz de profeta o alguien que en sus sueños tiene la capacidad de vislumbrar el futuro.  El texto alude claramente a que   "...y se cumpla esta señal..."; lo que habla de alguien que convence porque hace predicciones que se cumplen; algo que en general goza de mucha popularidad y cautiva fácilmente.

Ahora bien, para lograr ésto no es necesaria la hechicería ni tampoco se necesita ser un profeta de D-s. Con frecuencia observamos que por medio de la Astrología u otras artes adivinatorias, llega alguien a predecir eventos.  Aquí es donde viene la Torá a recalcarnos que se trata de pruebas de fidelidad hacia D-s, y que, por consiguiente, debemos rechazar estas prácticas sin dejarnos encandilar.

El futuro no está determinado; depende de nuestras acciones y nuestro libre albedrío.

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