El relato de la venta de Iosef está basado en una trama humana y una tendencia Divina que conducen al pueblo de Israel al exilio egipcio. La mutua reciprocidad que se reveló en el final del relato, preparó al pueblo para el exilio.

El caso de Iosef y sus hermanos se compone de tres planos, uno delante del otro. En el primer plano, el exterior, se desarrolla ante nosotros una trama humana llena de instintos y tensiones entre los hermanos. Una trama que se inicia con una crisis y separación y concluye con reconciliación y unión.

En el segundo plano-que es revelado por Iosef al darse a conocer ante sus hermanos, queda en claro que detrás de la actitud de los hermanos se halla la mano de Dios que maneja la secuencia de sucesos, con una intención de permitir que Iaacov sobreviva a los años difíciles. Desde este punto de vista Iosef consuela a sus hermanos y les dice: “ Mas me ha enviado Elohim ante ustedes para preservar a ustedes remanente en la tierra y para sustentarlos” (Capítulo 45, versículo 5)

Pero detrás de estos dos planos se oculta el tercer plano, el más profundo de todos: es la propuesta superior de Dios que maneja las causas para la concreción del plan que ya fue trazada a Abraham nuestro patriarca en el acuerdo de las partes: “Saber, habrás de saber que extranjera será tu descendencia en una tierra que no es de ellos — y los esclavizarán y los afligirán — cuatrocientos años” (Capítulo 15, versículo 13).

Este plan, cuyos pensamientos fueron muy profundos, de convertir a la familia de Israel en una nación-justamente desde el seno de las tinieblas del exilio, le es repetido a Iaacov al borde de su descenso a Egipto: “no temas descender a Egipto, pues en nación grande te tornaré allí” (Capítulo 46, versículo 3)

No obstante podemos preguntar, ¿por qué fue elegida por la Providencia esta vía con sufrimientos? Aparentemente la respuesta está contenida en el grito de Iehudá: “Pues tu servidor ha salido fiador por el mozo, frente a mi padre, diciendo: Si no te lo trajere hasta ti, habré pecado para mi padre por todos los días” (Capítulo 44, versículo 32). Esta garantía recíproca adjunta  al examen de entrega total en favor de Biniamín, es la que promovió la revelación de la identidad de Iosef a sus hermanos y se convirtió en una base para la construcción nacional y la capacidad de sobrevivencia del pueblo de Israel en el exilio egipcio y en todos los exilios subsiguientes.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj de la serie "Meat min Haor", publicada por la Biblioteca Beit El con la colaboración de la organización "Orot"