Recordar y Observar el shabat

Recordar y Observar el shabat

En la Parasha VAIAKEL se relata la construcción del templo y la confección de las vestimentas del Sumo Sacerdote, tal como Moisés había sido ordenado por Ds' en la parashá anterior.

El pueblo respondió cálidamente al pedido de Moisés, y trajo sus ofrendas (Teruma) con las cuales los símbolos sacros habían de ser construidos, y Betzabel y Oliab, los dos principales artífices dirigen la construcción, que es finalizada bajo las órdenes de Moisés.

Al comenzar la construcción, nos recuerda la Torá uno de sus primeros mandamientos: la observancia del Shabat (sábado). A pesar de la construcción del Templo es un precepto religioso no te está permitido, proclama la Torá, profanar la Santidad del Sábado.

Nuevamente encontramos repetido en esta Parashá, el precepto del Shabat que es uno de los diez mandamientos del Sinaí. En las dos tablas de la Ley nos enseña la Torá a "recordar" y “observar" al Sábado. Aquí es la observancia más explícita: "Seis días harás todo tu trabajo, y el  séptimo será para ti día de santidad, el que en él haga cualquier trabajo, morirá. No encenderéis fuego en todos vuestros hogares el día Sábado" (XXXV — 2,3)

El Shabat es una parte integrante de la legislación hebrea de la Torá, y como tal debe ser aceptado. Sin él, pierde el judaísmo uno de sus más valiosos tesoros y gran parte de su carácter verdaderamente judío. Es por ello, que el Shabat ha tenido una influencia enorme en el pensamiento judío y ha dejado su rastro aun en aquellos que se han alejado de la religión y del pueblo judío.

El "Akedat Itzjak", uno de los más grandes comentadores bíblicos desarrolla la idea, que en el Shabat se hallan concentrados los 3 principios y postulados básicos de la Torá y del Judaísmo, es decir: la creencia en Ds' el creador, la inspiración divina de la Tora (Tora MIn Hashamaim) y la inmortalidad del alma, y ciertamente, eso resalta de analizar los principios y preceptos del Shabat.

El Shabat el primeramente un ZEJER LEMAASEE BRESHIT es decir una evocación de la creación del mundo por Ds' representada en el ciclo de los seis días y el sábado del Creador. Este es uno de los principios del Judaísmo que proclama junto con los cielos y la tierra que existe Ds' el creador. Por más que se investigue y se emitan diversas teorías, más o menos lógicas o científicas, siempre se llega a un punto ante el cual debemos detenernos, con la eterna pregunta: "De donde". El mundo es un eterno cambio y tiene un comienzo, y ese comienzo es simbolizado por el Shabat. "Seis días harás tu trabajo, mas el séptimo día descansarás" repite con ello el hombre toda la creación, y al descansar en el Shabat proclama que cree en el Creador.

Si la creación es el primer principio de la Torá, esta no se detiene ahí. Puede el hombre creer en Ds' pero mantenerlo alejado de sí, al creer que Ds' está alejado del mundo y no se preocupa con nuestro mísero e imperceptible mundo.

Hay hombres que al observar los cielos reconocen en ellos la gloria del Señor y al creador, pero recordando que la tierra es solo un pequeño punto en la inmensidad del espacio y del tiempo llegan a la conclusión de que el hombre es demasiado insignificante, y Ds' que es infinito es demasiado elevado para él. Todo depende sin embargo, se ha dicho, del Ds' en el cual creemos. El Ds' de la Torá es todopoderoso, y sus "ojos", observan aún al insignificante hombre.

 Es suficientemente grande como para descender a la Tierra y dar a su pueblo la Torá. El Judaísmo reconoce la "Torá Min Hashamaim", es decir que le Torá fue escrita por inspiración y mandato divino y sus preceptos son divinos e irrevocables.

El día Shabat es en ese sentido una Revolución en la vida humana. Nos relata el "Midrash” que el Shabat elevó sus quejas y protestas a.la divinldad: "A todos los días has dado su pareja, más no a mi". Al sexto día, el primero, al quinto el segundo, al cuarto el tercero en cambio a mi me has dejado a un lado sin pareja ni compañía. A lo cual el todopoderoso respondió: "No te duela eso, Israel será tu compañero".

Nuestros jajamim quisieron significar aquí, que todos los días de la semana forman una unidad, y el Sábado otra. Los seis días de la semana, son una continua búsqueda y persecución tras la materia y sus necesidades, el Shabat en cambio significa la revolución espiritual, el hombre abandona todos sus pensamientos y preocupaciones materiales, dedicándose a los placeres del espíritu. El Shabat es el día del estudio de la Torá por excelencia. Nuestros jajamim dicen que en el Shabat le es entregado al hombre un “alma adicional” (Neshama Ieteira). Es decir el hombre posee en el Shabat una predisposición especial por el espíritu y por la Torá que durante la semana le quitan las preocupaciones y las necesidades materiales.

Es el Shabat, pues el día del Talmud Torá, que equilibra a todos los demás días de la semana. Es por eso que el verdadero compañero del Shabat es el pueblo judío. Si el Shabat significa al espíritu, mientras que los seis días de la semana simbolizan la materia; el Sabat nos quiere significar el "Iom Shekulo Shabat” el da que es todo Sábado, es decir el mundo espiritual, la inmortalidad del alma. El trabajo semanal y el descanso sabático, son una representación de la vida terrestre y mortal y la vida espiritual y eterna. El hombre se desentiende totalmente de las preocupaciones materiales, y solo se preocupa de aquello que es verdaderamente eterno.

Nuestros jajamim nos dicen en el Talmud que el Shabat solo fue dado a los hijos de Israel. El Shabat en si no tiene ningún significado, es solamente un armazón que debe ser completado en un envase cuyo contenido debe ser llenado por el que lo cuida.

Y el Shabat tiene verdadero valor solamente cuando el contenido es realmente judío y de acuerdo con las eternas bases de la moral y la religiםn de la Torá. De otra manera se transforma, el receptáculo de la Kedusha (santidad), en algo que no posee ningún valor, tal es así que el profeta ha llegado a exclamar en nombre de Ds’: "Vuestras santidades, odia mí espíritu”.

El Shabat de la misma manera, como es una revolución religiosa, es también un logro social de primera categoría.

El pueblo judío es el que introdujo en el mundo la idea de descanso obligatorio que luego fue adoptado por el Universo entero. “Seis días trabajarán, más el séptimo día descansarás”,

Si es que el trabajo cumple una misión social y económica más importante aún es el descanso semanal cuya misión es Impedir que el obrero se convierta en una tuerca dentro de la maquinaria industrial. El obrero conserva su dignidad humana pues su patrón, está obligado a darle a su pesar, el descanso, que permite al obrero encontrarse a s mismo, y reconocer en sí al ser espiritual.

Nos cuenta el "Midrash” que el Emperador pregúntale a Rabí Joshua Ben Janania: "porque era tan apetitosa la comida sabática" contéstale el sabio «Un condimento tenemos los judíos, y su nombre es el Shabat. Es interesante observar que todos los historiadores y grandes escritores romanos satirizaban y criticaban a sus pueblos porque adoptaban la ridícula costumbre judía de observar el sábado, y perder allí un día de la semana. De tal manera nos dicen, “los vencidos vencerán a sus vencedores”. Y así ocurrió, a pesar de todas las vicisitudes la idea del Sábado triunfo. Sin embargo nos podemos preguntar, porque no es igual el Sábado al día de descanso de todos los demás pueblos? Porque no tienen sobre el hombre la misma influencia, no tan solo espiritual sino principalmente social y psíquica? Qué es lo que el judío saca del Sábado, del verdadero Sábado, y que es lo que sacan de los días de descanso habituales?

Porque es que gracias al Sábado el judío no perdió su espíritu, su dignidad, su ser a pesar la Diáspora, y allí a pesar del día de descanso, hay muchos que se convierten en máquinas, o más aún en sus esclavos? Eso es lo que el Emperador preguntó Cuál es la causa del carácter peculiar del Sábado Judío? A lo cual el sabio Tanaita respondió: "Nosotros poseemos el condimento del Shabat”; el judío lleva su Shabat con el verdadero espíritu, moral y religioso.

 El Shabat no es un día de descanso "optativo", que le fue dado al hombre, sino que el hombre debe observar. Puede, pues ser el Sábado pesado, lleno de preceptos, pero cada uno de esos preceptos llenos de la sabiduría de la Torá y la inspiración divina, otorgan al hombre el "condimento del Shabat" y le otorgan el espíritu y el alma del Judaísmo.

Es por eso que si bien el pueblo judío ha observado el Shabat, más aún el Shabat ha resguardado y protegido al pueblo judío de la desaparición y asimilación permitiéndole renovarse! en una eterna juventud.

 

 

 

 

 

 

 

Volver al capítulo