Redención con bondad

Redención con bondad

La redención con bondad ya habrá de ocurrir, y en realidad ya está teniendo lugar parcialmente ante nuestros ojos asombrados hoy, cuando sea revelada la misericordia de Dios por sobre sus atributos y Él redimirá a Su pueblo, aún sin que hayan hecho Teshuvá, sin que se hayan arrepentido y retornado a la buena senda.

Resulta conocido que hay dos vías para la redención. Son insinuadas en un versículo del próximo capítulo: “Me apresuraré a hacer esto a su tiempo” (Capítulo 60, versículo 22). Si tienen méritos-me apresuraré, no tienen méritos-llegará la redención a su tiempo” (Sanhedrín 98b).

Paralelamente a este par de opuestos existe uno más, similar pero no necesariamente idéntico: la redención por mérito y la redención por Gracia. La redención por mérito tendrá lugar cuando el pueblo de Israel se arrepienta y retorne a la buena senda y sea merecedor de ella. La redención por bondad, gracia,ya habrá de ocurrir, y en realidad ya está teniendo lugar parcialmente ante nuestros ojos asombrados hoy, cuando sea revelada la misericordia de Dios por sobre sus atributos y Él redimirá a Su pueblo, aún sin que hayan hecho Teshuvá, sin que se hayan arrepentido y retornado a la buena senda.

El capítulo 59 de Yeshaiahu es una profecía de la redención por bondad. La primera parte del capítulo enumera los pecados de Israel sin piedad: los pecados diferencian entre el pueblo y su Dios (capítulo 2, versículo 12), las manos están contamiadas de sangre y las lenguas con falsedades e injusticias (versículo 3), las manos actúan con violencia (versículo 6), los pies corren hacia el mal y la cabeza piensa pensamientos de maldad (versículo 5) como se dice en la profecía introductoria de todo el libro: " desde la planta del pie hasta la cabeza, no queda (ya) en él cosa sana”(capítulo1, versículo 6). Por lo tanto, no hay justicia ni derecho (versículo 4), no hay rectitud (versículo 9), la verdad ha desaparecido (versículo 15) y no hay salvación (versículo 11).

Como en las películas de terror y apocalípticas, el mundo se desintegra: se llena de serpientes venenosas (versículo 5) y se deshace como una telaraña (versículos 5-6), todos gimen como ciegos en la oscuridad (versículos 9-10), y en lugar de un diálogo humano se oyen los sonidos de los hombres como rugidos de osos y los murmullos de palomas (versículo 11).

Y he aquí, que a diferencia de la profecía del capítulo 1, donde después de la descripción del malvado descontrolado sale un llamado al pueblo a arrepentirse: “Tsión será rescatada con juicio, y sus habitantes, con justicia”( capítulo 1, versículo 27), en el capítulo 59 no hay tal llamado. Dios se sorprende de que no haya nadie en quien se pueda confiar, y sale a lograr la justicia con su poder y su brazo fuerte (capítulo 59, versículo 16). Él se venga de sus enemigos (capítulo 59, versículo 17), les da a los malvados lo que les corresponde (capítulo 59, versículo 18), y trae redención a Tzión (capítulo 59, versículo 20). El arrepentimiento y retorno a la buena senda llega solo después de los actos de venganza y salvación. “Los que vuelven de la transgresión” aparecen sólo después de los actos de redención (capítulo 59, versículo 20), y así se hace realidad la alianza de Dios con su pueblo.

La intensidad de la venganza, la ira (capítulo 59, versículo 17) y la retribución divina (capítulo 59, versículo 18) las conocemos, lamentablemente, muy bien. Ahora esperamos la conclusión del proceso de “y el Redentor vendrá a Tzión” (capítulo 59, versículo 20), y la concreción de la alianza en su totalidad."

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