Abraham envió a Eliézer a su tierra natal para buscar una mujer para Itzjak. Después de que Eliézer retornó con Rivká, el versículo dice: "E Itzjak la trajo (a Rivká) a la tienda de su madre Sará"[1]. Todos los años que Sará, vivió había una nube en la entrada de su tienda, y cuando ella falleció esa nube dejó de estar. Pero cuando llegó Rivká, volvió aquel bienestar. Todos los años que Sará vivió, había una bendición especial en la masa que preparaba, y cuando ella falleció esa bendición cesó. Pero cuando llegó Rivká, volvió esa bendición. Todos los años que Sará vivió, había una vela que permanecía encendida desde la noche de Shabat hasta el Shabat siguiente, y cuando ella falleció esa bendición cesó. Pero cuando llegó Rivká, volvió a suceder lo mismo (Bereshit Rabá, capítulo 60).
[1] Bereshit 24:67.