Nuestro capítulo continúa con el tema en el que nos quedamos en el capítulo anterior y relata acerca de la gran revolución realizada por Yehú en el reino de Israel. Yehú amplía la campaña de asesinatos: en el capítulo anterior Yehú mató al rey de Iehudá, al rey de Israel y a Izével, y nuestro capítulo comienza con la eliminación de los hijos de Ajav y culmina con la matanza de todos los servidores del Baal.
La eliminación de los hijos de Ajav (versículos 1-11)
Tras matar Yehú a los dirigentes, se dirigió a matar a los hijos de Ajav. Ajav tiene setenta hijos y Yehú envía cartas a los príncipes de Izreel exigiéndoles que asesinaran al resto de la familia de Ajav. Las personas que reciben la carta temen hacer eso, y por lo tanto, envía otra carta que ya logra el cometido. Yehú felicita a los asesinos y les dice: “Ustedes son justos” (versículo 9).
La eliminaciٴón de los hermanos de Ajaziá (versículos 12-14)
Yehú se dirige a Shomrón y en el camino encuentra a los hermanos de Ajaziá. Ajaziá, como recordarán, era el rey de Iehudá y también el nieto de Ajav (su padre era Yoram, el rey de Iehudá y su madre, Ataliá, la hija de Ajav e Izével). Yehú les pregunta quiénes son ellos, y ordena asesinar también a ellos: “sin dejar ninguno de ellos” (versículo 14), cuarenta y dos personas.
La matanza de todos los servidores del Baal (versículos 15-23)
Yehú encuentra a Yehonadav hijo de Rejav y resulta que ambos están interesados en el mismo objetivo. Yehú es ayudado por Yehonadav a fin de nuclear a todos los servidores del Baal, y se ocupa en retirar de ese lugar a todos los servidores de Dios. Los servidores del Baal elevan ofrendas, y sorpresivamente, Yehú los ataca y mata a todos con la ayuda de ochenta hombres que permanecían afuera. El resultado de la revolución de Yehú es impactante: “De esta suerte Yehú extirpó a Baal del país de Israel” (versículo 28). Y el texto concluye contemplando positivamente la acción de Yehú.
El reino de Yehú (versículos 31-35)
A pesar de que en el versículo anterior fueron valoradas positivamente las acciones de Yehú, la síntesis global de su reinado es negativo: “Pero Yehú no se cuidó de andar en la ley del Señor, Dios de Israel, con todo su corazón; no se apartó de los pecados de Yarovam, el que hizo pecar a Israel” (versículo 31). Por el pecado de Yehú llega también el castigo: “En aquellos días comenzó el Señor a destrozar a Israel, pues que los derrotó Jazael en todas las comarcas de Israel” (versículo 32). Yehú reinó 28 años.