La cuarta visión (Versículos 1-3)
Al igual que en el capítulo anterior, esta visión también comienza con “Dios me mostró esta visión”. Dios le muestra a Amós “un canasto de frutas de verano”, como el higo. Las frutas del verano representan el verano que tendrá Israel “ha llegado el fin de Mi pueblo Israel; ya no le pasaré más por alto”. Como en la tercera visión, Amós no reacciona.
Reprimenda y castigo (Versículos 4-10)
El profeta reprende a los opresores y a los comerciantes. El profeta acita los conceptos expresados por ellos: “¿Cuándo pasará el novilunio, para que vendamos granos, y el sábado, para que expongamos el trigo (achicando la efá, y engrandeciendo el siclo, y defraudando con balanzas engañosas)” (Versículo 5). Ellos esperan que transcurran el Shabat y el día del inicio del mes, en los que, aparentemente, no realizaban tarea alguna, a fin de oprimir a los pobres. Como consecuencia de sus actos Dios castigará a Israel “Y sucederá que en aquel día, dice el Señor Dios, haré que se ponga el sol al mediodía, y en claro día entenebreceré la tierra. Y convertiré vuestras fiestas en duelo, y todos vuestros cantares en endechas; y haré subir cilicio sobre todos los lomos, y calvez sobre todas las cabezas; y pondré (la tierra) de duelo, como por un hijo único, y su fin será como un día de amargura”(Versículos 9-10).
La ausencia de la palabra de Dios (Versículos 11-14)
Este párrafo describe cómo en el futuro, las personas buscarán la palabra de Dios “enviaré hambre sobre la tierra; no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras del Señor” (Versículo 11). El profeta asemeja la palabra de Dios con el agua “En aquel día, las hermosas vírgenes y los jóvenes desfallecerán de sed” (Versículo 13), y describe que los paganos “caerán, y no se volverán a levantar más” (Versículo 14).