Abraham, el anfitrión de los ángeles (Versículos 1-8)

Abraham estaba sentado en la entrada de la tienda y vio a tres personas-ángeles delante de él. Abraham corrió hacia ellos y los hospedó en su tienda. Les ofreció agua y comida. La rapidez y los múltiples preparativos de Abraham son acentuados en el texto de una manera destacada. De ahora en adelante, conoceremos el motivo de la llegada de estas personas-ángeles a la tienda de Abraham

La noticia del niño (Versículos 9-15)

Las personas-ángeles se dirigen a Abraham y le preguntan por Saráh. Saráh se encuentra en la tienda y escucha la noticia: “Volveré a ti (el año próximo) para esta misma fecha y tu esposa Saráh tendrá un hijo” (Versículo 10). Saráh se rió al escuchar la noticia, y por ello Dios la criticó: “¿Por qué se rió Saráh incrédulamente, diciendo: ¿cómo podré dar a luz si ya he envejecido? (Versículo 13).

La noticia  de Sedom (Versículos 16-21)

Las personas-ángeles se levantaron y miraron hacia Sedom. El relato pasa a describir el pensamiento de Dios “Y dijo Dios: ¿cómo he de ocultar a Abraham lo que he de hacer?” (Versículo 17). Dios le revela a Abraham la gran devastación que está a punto de provocar en Sedom: “Descenderé ahora y veré si es que han hecho todo lo implicado en el clamor que me ha llegado, (entonces habrá) destrucción, y si no, ya sabré” (Versículo 21).

La plegaria de Abraham por Sedom (Versículos 22-33)

Los huéspedes de Abraham se retiran (van) pero Abraham “aún está parado ante Dios” (Versículo 22). Abraham discute con Dios e intenta anular el decreto de destrucción para Sedom. Abraham argumenta que no es posible que los tzadikim (justos) mueran junto a los malvados, pero parece ser que no hay demasiados justos en Sedom. Tras una largo (extenso) diálogo entre Abraham y Dios, Dios le dijo a Abraham: “No la destruiré (a Sedom) en consideración de los diez (justos)” (Versículo 32). En caso de encontrar en Sedom a diez justos, Dios anulará la destrucción, pero por la continuidad del relato se infiere que no había en Sedom ni siquiera diez justos.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj