El texto hace hincapié una y otra vez en el hecho de que los varones de Laish vivían en calma y quietud. De ese modo, él critica a los varones de Dan por el hecho de su pereza para tomar su heredad en la llanura y en lugar de ello combatieron con cobardía contra Laish que era una presa muy accesible.
En tres ocasiones el texto volvió a describir la seguridad y la tranquilidad de los varones de Laish: cuando los espías vieron a Laish, cuando les compartieron sus conclusiones a los hijos de Dan, y nuevamente en el momento de la conquista: “Llegaron a Laish, al pueblo reposado y confiado” (Versículo 27). Aparentemente, en condiciones de guerra no hay lugar y sentido para la meticulosidad y los buenos modales, y esta descripción se puede comprender como una descripción de los eventos como eran y no como una evaluación de ellos.
Pero cuando el texto vuelve a enfatizar esto no solo como información militar en bocas de los varones de Dan, sino también en la descripción de la propia conquista, está claro que se mofa de los varones de Dan por evadirse del afrontamiento por su heredad en la llanura, y envuelve su guerra sobre Laish con una imagen de guerra cobarde e injustificada.
La intención del texto se esclarece a partir de la comparación de su lenguaje aquí con el uso realizado por Irmiyahu (Capítulo 49, versículos 30-31) con este lenguaje: “…Huid, andad errantes en lejanos países; asentaos en lugares hondos, oh moradores de Jatsor, dice el Señor, porque Nevujadretzar, rey de Bavel, tiene resuelto un propósito contra vosotros, y contra vosotros ha formado un designio. ¡Levantaos, subid contra una nación descuidada, que habita sin recelo! dice el Señor; nación que no usa puertas ni cerrojos; a solas habitan”. Y Yejezkel (Capítulo 38, versículos 10-11) describió su pecado y la crueldad de Gog en el futuro próximo con el mismo lenguaje: “…Así dice el Señor Dios: Sucederá que en aquel día subirán proyectos en tu corazón, y tramarás un designio perverso. y dirás: Subiré a la tierra abierta, iré contra aquellas gentes sosegadas, que habitan confiadas, todas ellas habitan sin muros, y sin tener barras ni puerta”.
El pensamiento de Nebujadnetzar no es solamente un aprovechamiento táctico de datos accesibles, sino que es descripto como un pensamiento malo y un ataque traidor. Y así el texto condena también el modo en que la tribu de Dan se encaminó hacia Laish. No fue esta una marcha valiente de la tribu de Dan hacia la toma de su heredad prometida, sino una salida obligada y una fuga del enfrentamiento con los Emorim y los pelishtim y la búsqueda de una presa fácil y no preparada.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, del libro “Oz Vaanavá-Iyunim beYehoshua veShoftim”, publicado por Midreshet Hagolán.