Se debe concluir con esperanza

Se debe concluir con esperanza

Dios no envía profetas para desalentar al pueblo, sino para movilizarlo y sacarlos de su lugar de comodidad-provocar que cambie su conducta. Por consiguiente, no es posible concluir el libro de Hoshea sin la expresión:”Retorna Israel…”(Versículo 2).

En las profecías de Hoshea hemos encontrado tres idiomas. Uno es la contundente  reprimenda, principalmente, en contra de la idolatría, pero también contra las injusticias sociales y morales. La mayoría de los conceptos del profeta son duros y amenazantes. El segundo idioma resuena amor, el amor de Dios a su pueblo extraviado, recuerdos nostálgicos de la época del éxodo de Egipto y la travesía por el desierto, días de acercamiento e intimida entre Dios y los integrantes de su pueblo. Y a partir de ello, dice el profeta, a pesar de todo, Dios los ama y  volverá a acercarlos. Así, en el capítulo 2 y así también en el capítulo11, Dios hará retornar a su pueblo a Él, sin que el pueblo sea consciente de ello-toda la iniciativa está en manos de Dios.

Una tercera expresión figura casi en el último capítulo del libro, y a través de ella, el profeta convoca a su pueblo a arrepentirse y retornar, a hacer “Teshuvá”. No confiarse en que Dios los restituirá a Él, no sumirse en el desaliento fatal de la falta de posibilidad de reparar, sino realizar una acción y reparar, corregir.

La pregunta es si acaso el mismo profeta acre en lo que dice, ya que hasta este momento, se expresó de un modo diferente. A pesar de que ya en el capítulo 6, el profeta convocó a su pueblo a retornar y a arrepentirse, de inmediato volvió a su desaliento y anunció que las buenas intenciones  son sólo nubes pasajeras y temporales, y muy pronto el pueblo volverá a sus andadas. Pero en el capítulo 14, Hoshea propone el retorno y el arrepentimiento, la Teshuvá, como una posibilidad real y concreta, una opción que siempre estará vigente. ¿Acaso se trata del mismo Hoshea?)

No es posible concluir el libro de Hoshea sin proponer la opción de reparación y Teshuvá, ya que la misma es un fundamento del rol del profeta y de su razón de ser. El profeta llega para estimular al pueblo a la acción, para movilizarlo hacia un balance introspectivo y a un cambio. Si todo está perdido y no hay posibilidad de reparar, pues tampoco hay necesidad de profecía. Dios no envía a los profetas para desalentar ala pueblo, los envía para sacudir al pueblo de su zona de confort y provocar que cambie su comportamiento. Por ello, no es posible concluir el libro sin “Retorna Israel…” (Versículo 2).


Gentileza sitio 929

 

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