Shejem se halla en el corazón de la tierra e incluso fue utilizada como primera escala de Abraham, Iaacov y el pueblo todo al ingresar a la tierra. No obstante, el pacto acordado de su lado, señala acerca de la posibilidad de transformar la bendición en maldición.
Shejem se halla en el corazón de la tierra, donde tiene lugar una encrucijada, el eje longitudinal en la parte posterior de la montaña se corta a lo largo del ancho del camino que surge del Iardén a través del río Tirtza y desciende entre el monte Guerizim y el monte Eibal hacia la llanura. Shejem divide el centro de la tierra y el Shomrón entre el norte y sur, pero es utilizada como un eslabón de enlace que vincula entre los separados.
Shejem fue la primera escala de Abraham en la tierra (Bereshit capítulo 12, versículos 6-7). Shejem fue también la primera escala de Iaacov al regresar de Jarán, y lo primero que hizo allí fue: “Erigió allí un altar e invocó ante él: ¡Él es Dios de Israel!” (Bereshit capítulo 33, versículo 20). Fue la primera parte adquirida por Iaacov en la tierra, a través de la adquisición y de la conquista: “una parte más sobre la de tus hermanos, la que conquisté de manos del Emorí con mi espada y mi arco” (Bereshit capítulo 48, versículo 22). A la ciudad de Shejem llegó el pueblo de Israel al ingresar a la tierra (Yehoshua capítulo 8, versículo 33), conforme a la orden cita en Devarim capítulo 11, versículo 29; capítulo 27, versículo 4)
Shejem es una ciudad polarizada. Su santidad es primordial y se superpone con su gloria antigua. Pero el pacto acordado tiene doble cara: “proclamarás la bendición sobre el Monte Guerizim y la maldición sobre el Monte Eibal” (Devarim capítulo 11, versículo 29), bendición y maldición. La raíz de la fe pero asimismo la raíz de la rebelión.
La gente de Shejem coronó a Abimelej pero al mismo tiempo que aceptaron a Abimelej, Yotam los maldijo desde la cima del monte Guerizim, y en lugar de bendición trajo sobre ellos maldición. La maldición que los persigue desde la cima del monte Guerizim es la maldición del pacto primitivo que fue acordado en este sitio donde profanaron la mayoría de sus puntos (Devarim capítulo 27, versículos 16-28). Abimelej eligió a Shejem, su ciudad, pero exhibió su lado oscuro y transformó su bendición en maldición.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, del libro “Oz Vaanavá-IyunimbeYehoshua veShoftim”, publicado por Midreshet Hagolán