¿Cuándo no se puede tomar a la madre pájaro? (v. 6)
RASHI: Mientras está sobre su cría.
¿Qué sucede si la madre regresa? (v. 6)
TALMUD: Incluso si la madre pájaro regresa cuatro o cinco veces antes de haberse tomado a su cría, se la debe alejar (Julín 141a).
¿Por qué promete la Torá que “vivirás largo tiempo” específicamente en conexión con esta mitzvá? (v. 7)
RASHI: Si en el caso de un precepto tan fácil, que no implica pérdida monetaria alguna, la Torá dice: “[Esto será] para tu propio beneficio y vivirás largo tiempo”, cuánto más será uno recompensado por las mitzvot que son más difíciles [de observar].
¿Por qué a la mitzvá de echar a la madre pájaro le sigue la de las barandillas? (v. 8)
RASHI: Si cumpliste la mitzvá de echar a la madre pájaro, finalmente construirás una casa nueva y cumplirás la mitzvá de construir una barandilla, porque una mitzvá lleva a otra. Así llegarás luego a tener un viñedo (v. 9), un campo (v. 10) y finas vestimentas (v. 11). Por eso, estos párrafos están uno junto al otro.
Torat Menajem
UNA MITZVÁ MUY FÁCIL (VS. 6-7)
Rashi (en su comentario sobre el v. 7) escribe que alejar a la madre
pájaro es una mitzvá de muy fácil ejecución y no implica pérdida monetaria
alguna. Sin embargo, esto parece problemático porque:
a) Rashi sugiere que al alejar a la madre pájaro no se incurre en ninguna
pérdida monetaria. Pero ciertamente, ¡se pierde el valor de la propia madre
pájaro! (De hecho, la Mishná dice explícitamente (Julín 142a) que se incurre
en una pequeña pérdida monetaria).
b) ¿Cómo puede sostener Rashi que alejar a la madre pájaro es un ejemplo
de las mitzvot más fáciles de la Torá cuando, en definitiva, demanda
cierta forma de esfuerzo físico? ¡Ciertamente, una mitzvá tal como recitar
el Shemá, que implica simplemente la pronunciación de palabras, es más
fácil que el acto de alejar a la madre pájaro!
Otra cuestión aquí tiene que ver con la explicación de Rashi (v. 8) de por
qué a continuación de la mitzvá de alejar a la madre pájaro le siguen en
la Torá las mitzvot de 1) construir barandillas (v. 8), 2) no mezclar semillas
en el viñedo (v. 9), 3) no arar un campo con animales de distinta clase (v.
10) y 4) no vestir prendas de lana y lino (v. 11) — porque “una mitzvá lleva
a otra” (véase Preguntas Clásicas sobre el v. 8). Pues, si bien Rashi recalca que
la mitzvá de alejar a la madre pájaro conducirá a la mitzvá de construir
una barandilla, continúa diciendo: “así llegarás luego a tener un viñedo, un
campo y finas vestimentas”. ¿Por qué no conectó Rashi estas adquisiciones
con las mitzvot mismas que entrañan: la mitzvá de no plantar semillas mezcladas,
la mitzvá de evitar el arado mixto y la mitzvá de evitar el shaatnez?
LA EXPLICACIÓN
El Talmud sostenía que es mitzvá alejar a la madre pájaro reiteradamente,
si fuera necesario, para que no vea que se están tomando sus crías
(véase Preguntas Clásicas sobre el v. 6, arriba). Rashi, sin embargo, que se limitaba
a una interpretación literal de las Escrituras, rechazó esta idea. Pues
la Torá dice explícitamente: “No tomarás a la madre de sobre sus crías”,
lo que indica que dicha prohibición solo se aplica mientras la madre esté
sobre sus crías.
Por lo tanto, según Rashi, cuando la madre pájaro regresa —algo altamente
probable— estaría permitido tomar también a la madre pájaro,
pues en ese momento no estaría sobre sus crías.
(Incluso si uno deseara argumentar que según Rashi esta mitzvá pretende
evitar que la persona sea cruel [y que por eso la madre debería ser
alejada reiteradamente], Rashi seguiría sosteniendo que la crueldad principal
es quitarle la cría a una madre mientras ella la está empollando —
y eso es lo que la Torá desea evitar aquí).
Y esto explica de manera muy simple por qué escribió Rashi que esta
mitzvá no implica pérdida monetaria alguna, pues luego de alejar a la madre
pájaro y tomar a los polluelos, la persona aún podrá tomar también a la
madre pájaro cuando regresa poco tiempo después.
b) En el plano literal, esta mitzvá es más fácil que recitar el Shemá. Recitar
el Shemá a veces puede ser difícil de llevar a cabo; por ejemplo, cuando
uno está ocupado con otro asunto y se está terminando el tiempo estipulado
para decirlo. En contraste, alejar a la madre pájaro siempre está
relacionado con lo que uno está haciendo en ese momento, es decir, juntando
pájaros y huevos. Por lo tanto, esta mitzvá es aún más fácil que
recitar el Shemá, pues no es solo simple, no requiere de ningún esfuerzo
hacerlo y no trae aparejada ninguna pérdida monetaria, sino que, además,
siempre aparece en un momento conveniente.
c) Además de las recompensas físicas que, en términos generales, produce
cada mitzvá, también hay una “recompensa” espiritual: que “una mitzvá
lleva a otra”. Sin embargo, en el plano literal, solo es lógico que una mitzvá
conduzca a otra si ambas mitzvot son similares en naturaleza.
La mitzvá de alejar a la madre pájaro es claramente similar a la de erigir
barandillas, pues: 1) ambas son mitzvot asociadas con la adquisición de un
patrimonio (nuevos pájaros y nuevas casas), y 2) ambas mitzvot tienen
como propósito evitar sufrimiento a otra criatura.
Por eso Rashi escribe (en su comentario sobre el versículo 8) que la
mitzvá de alejar a la madre pájaro no solo genera la recompensa física
que “finalmente construirás una casa nueva”, sino que, además, trae la
recompensa espiritual de la mitzvá de construir una barandilla.
Sin embargo, la mitzvá de alejar a la madre pájaro no es similar a las
leyes del sembrado de semillas mixtas, el arado con diferentes clases de
animales o vestir shaatnez. Por eso, Rashi no podía sugerir que la persona
llegará a observar estas mitzvot como resultado de alejar a la madre pájaro.
No obstante, el hecho de que la Torá colocara dichos preceptos uno junto
a otro sí le indicó a Rashi que están conectados en términos de recompensa
física: “Si cumpliste la mitzvá de alejar a la madre pájaro... llegarás
luego a tener un viñedo, un campo y finas vestimentas”.
(Basado en Likutéi Sijot, vol. 9, pág. 133 y ss.)