Tipos de Asimilacion

Tipos de Asimilacion

El pueblo judío se halla ante las puertas de Eretz Israel y ante este peligro todas las fuerzas se movilizan contra él. Hay quienes salen con la fuerza de la espada, otros empleando los poderes mágicos de la hechicería, y otros por medio de la asimilación. Así vemos en esta Parashá Pinjas que el pueblo judío se entregó a la prostitución y al libertinaje con las hijas de Midian.

Según el Midrash, estos hechos fueron motivados por un consejo de Bilam que predijo que la única manera de destruir al pueblo judío es asimilándose espiritualmente. Y esta asimilación fue llevada a la práctica por medio del libertinaje, del Znut que debía terminar con todas las vallas morales y aniquilar la barrera que separaba al pueblo judío del paganismo.

Podríamos analizar detenidamente estos hechos. Existen y existieron siempre dos distintas clases de asimilación. Las dos forzadas, pero una forzada por fuera la otra por dentro. La primera es la asimilación a la que quisieron llevar las dos primeras tentativas contra el pueblo de Israel, la de los reyes de Emor y Bashan y la llevada a cabo por Balak el rey de Moab. Ellos quisieron por la fuerza aniquilar al judaísmo, ya sea por medio de decretos dirigidos contra la integridad física o moral del pueblo. En un tiempo se trató de ahogar económica y socialmente al pueblo para que se vea obligado a abandonar su religión. Tal fue el caso de las persecuciones de la Edad Media, realizadas por la Iglesia Católica y la Inquisición.

 La persecución de Antíoco por otra parte solo estaba dirigida contra la fortaleza espiritual. No tocó en lo más mínimo el carácter externo del pueblo, sino sólo prohibió sus manifestaciones religiosas. Pero esta es solo la asimilación forzada. Hay otra en cierta manera voluntaria. La libertad dada al pueblo judío parecería en cierta manera obligarlo a asimilarse, ya que es igual a todos. El pueblo tendría la obligación moral de mezclarse entre las demás naciones y terminar con su individualismo. Es esta la exigencia a la asimilación que nace empero de la libertad.

En cierta manera, vemos aquí lo mismo. Fue un intento de asimilación pacífica y estaba destinada a abrir las puertas del gran mundo ante el pueblo judío. Este medio fue el libertinaje y la prostitución, el Znut. Y por intermedio de esto el pueblo comenzó a seguir las prácticas paganas y a adorar a los ídolos, de Midian. No fue este un movimiento de las clases bajas del pueblo, por el contrario, fue principalmente de los grandes jefes del pueblo de los nesim, de los gobernadores de las tribus, principalmente el de la tribu de Shimon, Zimri Ben SaIu. Ante estos hechos toda la fortaleza de Israel estaba por caer, pues los mismos que deberían haber cuidado y preservado la moral del pueblo hablan caído en la tentación. Entonces aparece Pinjas, nieto de Aarón el sacerdote que al ver los sucesos acaecidos penetra en la tienda y mata a Zimri Ben Salu, y a la midianita Kozbi Bat Tsur que pertenecía a la familia real de Midian.

Es entonces cuando Ds' aparece a Moshe y le dice lo que luego habrían de ser grabados y recordados toda la eternidad:

“Pinjas, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, ha hecho tomar mi furor de los hijos de Israel al tomar mi celo (mi venganza) entre ellos, por lo cual yo no he consumido a los hijos de Israel en mi celo. Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con el" (Bamidbar XXXII, 72).

En estos versículos vemos nosotros condenadas la posición del judaísmo frente a este problema, el problema del fanatismo, de la Kanaut, y esta posición puede ser analizada en un sintomático Midrash. Nos relata el Midrash que cuando la Torá iba a ser dada a los judíos, todas las naciones del mundo notaron que algo extraordinario, común iba a suceder, Relata el Midrash que los altos dignatarios consultaron a la más alta autoridad espiritual, a Bilam el hechicero profeta pues temían que algún diluvio de agua o fuego caiga sobre la tierra. A lo cual Bilaam contesto: "No vendrá diluvio de Agua o de Fuego, Ds´ desea dar a Israel la Torá.”

"Dios ha dado a su pueblo su fuerza (la Torá) y lo ha bendecido con la paz.”

Este Midrash condensa una trascendental Idea del judaísmo. Una nueva revolución espiritual habría de suceder con la entrega de la Toal, con Matán-Torá, una nueva religión habría de aparecer. Ante este suceso, el mundo se conmovió. Una nueva religión puede significar un diluvio de sangre y fuego. Cuando el islamismo y otras muchas religiones trataron de conseguir adeptos, no lo hicieron con la fuerza del espíritu, de la convicción, sino con la fuerza y el poder de la espada. Cuando una nueva religión aparecía, aparecían inmediatamente guerras religiosas en las cuales se trataba de salvar las almas de los infieles por medio del fuego  y la destrucción.

Sin embargo no así ocurrió con la Torá, el espíritu y la religión judía. Esta se basa sobre la perfecta tolerancia. Como el Midrash nos dice, se entrega solamente un espíritu, no una espada" y eso es lo que expresa el versículo traído: “Ds´ ha dado a su pueblo su fuerza (la Tor) y lo ha bendecido con la Paz".

El nombre del Señor es "Paz”, es decir que lo que la Torá quiere especialmente y sobre todo es evitar la violencia y la opresión. Si Ds' ha entregado a su pueblo la Torá, esta es solo la fuerza espiritual,  y con la Torá le ha entregado la Paz, y nadie ha deseado tanto la paz y la tolerancia como el pueblo judío.

En Pinjas pareciera sin embargo que encontramos un caso contrario. Pinjas en un acceso de fanatismo mata al Jefe judío y a la princesa midianita, y recibe la bendición de la Torá. 

Sin embargo vemos nosotros la intención de la Torá de enseñarnos por el contrario que este es un caso excepcional y por el contrario no es el verdadero camino de la Torá. Pinjas ha matado en un exceso de celo al jefe israelí, pero la Torá dice:

בקנאו את קנאתי בתוכם                                               

“Al tomar mi venganza entre ellos". La Torá nos dice "entre ellos”, y no "de ellos". Lo que Pinjas  realmente hizo, su verdadero mérito fue el Kidush-Hashem, la santificación del sacro-nombre entre al pueblo de Israel, y no la venganza que tomó, y esta santificación es la que evita que el mal cunda entre el pueblo. Y eso es lo que la Torá nos muestra, de acuerdo a los Jajamim, al relatarnos la genealogía de Pinjas. "Pinjas hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote".

 Con  este versículo, nos quiere significar la Torá que Pinjas se hallaba totalmente desprovisto de  intereses personales, por el contrario los Jajamim nos dicen en el Midrash que personalmente Pinjas  no podía haber matado al jefe de Israel. Su padre estaba casado con la hija de Itro, mientras que  su abuelo Aarón, había pecado en Egel Hazahav e Itro habla sido sacerdote en Midian.

Por Pinjas corría ciertamente sangre medianita, sus antepasados habían sido politeístas, su persona parecía ser la menos indicada para combatir el politeísmo, la asimilación sanguínea y el libertinaje y el Midrash nos relata que en efecto, las tribus le mostraron su falta de linaje, mientras que los muertos habían sido "principales en Israel" y de sangre real. Sin embargo la Torá nos muestra  aquí que si el deber nos impone luchar por nuestros principios más sagrados debemos dejar de lado todos los afectos personales.

 Pinjas al determinarse a realizar su arrojada acción, arriesgaba su posición y futuro en el caso de que su causa, la causa de su pueblo no triunfaría su fin habría de ser muy amargo y penoso, y por último su propio pasado y ascendencia,

En el luchaban pues su sentido personal, sus intereses privados y la misión de la que como judío se veía impuesto a aniquilar y destruir el mal. Y Pinjas ni siquiera titubea, olvidarse de sí mismo y sale a luchar por el blen, lucha y triunfa y por ello le es entregado el Supremo Sacerdocio. Solo aquel que es capaz de despojarse de su propia individualidad, de su egoísmo e intereses. Solo aquel merece vestir las sacras vestimentas del Sumo Sacerdote de Israel, Y aquel fue Pinjas, hijo de Elazar, hijo de Aarón el sacerdote.

Nos relata luego la Torá la guerra contra los Midanim. El RAMBAM hace una interesante observación, mientras que el pueblo judío guerrea contra los Midianim, no lo hace con los Moabim, a pesar Moab había traído contra él a Bilam el gran hechicero. El Rambam nos dice que esta diferencia se debe a un sencillo motivo. Moab temía al pueblo de Israel, pero su temor fue solo un temor material ante el creciente poderío de Israel. Bilam fue un antisemita espiritual, pero no lo fue Moab. El temor de Moab por Israel no fue necesariamente antisemitismo, sino un temor político, nacional de un país por otro. Midian por el contrario odiaba al pueblo judío de una manera más espiritual.

Sus posesiones y tierras no estaban en el camino a Israel y su estado no peligraba, sin embargo a pesar de todo deseaba evitar el peligro espiritual que Israel representaba, y trató de asimilarlo por medio de los medios ya conocidos. Por ello es que contra Midian y solo contra Midian, es que cayó la ira del Señor.

Luego de relatarnos los sucesos de Midian la Torá., nos vuelve a hablar de las familias de Israel, nos nombra las doce tribus y enumera las familias en que están divididas. Es fácil intuir los motivos que impulsaron a la Torá a establecer ésta contigüidad. El caso de Midian fué casi único en la historia del pueblo judío, y éste conservó siempre su pureza familiar e integridad moral, Los “Zimri”, quedaron para siempre grabados en la historia judía, pero sólo porque constituyen casos singulares y únicos que solo motivaron la reprobación total de parte del pueblo que en sus masas conservó intacta su pureza. Tal es así que aún el más grande de entre los pueblos Bilam, no pudo menos que exclamar: “Cuán buenas son tus viviendas Iaacob, y tus hogares, Israel”:

                                                מה טובו אהליך יעקב משכנתיך ישראל

 

 

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