Un lenguaje decente

Un lenguaje decente

 

El texto realiza una amplia descripción del argumento de Shaúl acerca de la ausencia de David: “porque dijo: Es una casualidad, no estará puro; seguro que no es puro” (Versículo 26), sólo a fin de evitar decir algo indecente. 

Todos hablamos, escribimos, creamos con palabras. ¿Acaso revisamos lo que decimos, o más precisamente, con qué palabras elaboramos nuestro mensaje? En nuestro capítulo, en el marco del caos del enojo y la ruptura entre David y Shaúl, se oculta una perlita que da cuenta del estilo del texto bíblico, al formular:” Y Shaúl no dijo nada aquel día, porque dijo: Es una casualidad, no estará puro; seguro que no es puro” (Versículo 26).

En referencia a la redacción compleja de este versículo, dice el Midrash (Bavlí, Pesajim 3a):

 

Dijo Rabí Yehoshua ben Leví: Que nunca  la persona pronuncie una palabra indecente, ya que el texto bíblico modificó ocho letras y no dijo nada inconveniente, como está citado: “De los animales puros y de los animales que no son puros” (Bereshit, capítulo 7, versículo 8). Rav Papa dijo: nueve, como se menciona: “Si hubiere en ti un hombre que no estuviere puro, por polución nocturna” (Devarim, capítulo 23, versículo 11). Rabina dijo: diez, la letra vav de la palabra “Tahor” (puro). Rav Aja Bar Iaacov señaló: dieciséis, como está escrito “Es una casualidad, no estará puro; seguro que no es puro” (Shmuel I, capítulo 20, versículo 26).

 

 

 

 

El Midrash nos transmite un  mensaje: nuestras palabras tienen sentido. Aún si el contenido es similar, la utilización de palabras no agradables da cuenta  del carácter de los conceptos. Se podría haber escrito en el versículo, simplemente “porque dijo que es un caso impuro”, pero el texto agregó 16 letras (22-6) a fin de no pronunciar la palabra impuro.

Actualmente, en un mundo de palabras que son dichas y escritas como arena a orillas del mar, resulta dudoso si alguien habrá de prestar atención a ello. Y es una  lástima.
 

 

Gentileza del sitio 929

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