Una grandeza infinita y la actitud hacia el débil

Una grandeza infinita y la actitud hacia el débil

 

La grandeza de Dios no lo aleja de aquellos que, supuestamente, no son importantes. Por el contrario, en todo lugar donde es mencionada Su grandeza y Su capacidad ilimitada, también es mencionada Su atención hacia el pequeño y el débil.

La percepción humana asocia el heroísmo con la altura y la fuerza, la bella apariencia de todos los héroes, desde Shimshón y hasta Rocky. En contraste, en todos los mitos y las películas siempre el héroe tiene la sensibilidad y la accesibilidad hacia los miserables, los pobres y aquellos a los que todos ignoran. En cada escena se manifiesta una cualidad suya-aquí es el gobernante del mundo y Su salvador, y acá es sensible y colaborador.

En el mundo de los profetas y el Midrash se da una conexión que combina el heroísmo con la atención puesta en aquellos que no se encuentran en el centro de la sociedad-ambos, juntos, en la misma escena.

Dijo Rabí Iojanan: en todo lugar donde encuentras el heroísmo de Dios, allí encuentras su humildad: Este concepto figura en la Torá, se repite en los profetas y se triplica en los Escritos: Está citado en la Torá-“Pues Hashem vuestro Dios, es Dios.de los dioses y Señor de los señores” (Devarim, capítulo 10, versículo 17) y luego está escrito “El vindica la causa del huérfano y la viuda” (Devarim, capítulo 10, versículo 18).

Es repetido en los profetas: “Porque así dice el Alto y el Excelso, que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo...” (Yeshaiahu, capítulo 57, versículo 15), y luego está citado: “que es de espíritu contrito y humilde”.

Y es triplicado en los Escritos-, como está citado “ensalcen a Aquel que cabalga sobre las nubes, que Yah es Su Nombre” (Tehilim, Salmos, capítulo 68, versículo 5), y luego figura: “Padre de huérfanos y defensor de viudas...” (Tehilim, capítulo 68, versículo 6), (Talmud Bavlí 31a).

El Midrash cita tres versículos en los que hay una combinación entre la grandeza de Dios, y su dedicación a ocuparse de aquel que no refleja el centro de la sociedad-un huérfano, una viuda, un deprimido y el de espíritu abatido. Los tres versículos son traídos para enfatizarnos que no debemos pensar que la grandeza de Dios, como creador del mundo y como El que lo dirige, y Él es Rey de Reyes y Señor de los Señores, lo aleja de aquellos que no son importantes. Por el contrario, en todo lugar donde es mencionada Su grandeza y Su capacidad ilimitada, también es mencionada Su atención hacia el pequeño y el débil.

La transición de la grandeza infinita a la debilidad y pequeñez en la misma imagen, es la que lo convierte en lo que es.

Cortesía sitio 929.

 

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