El grupo que rodeaba a Menashé consideraba el camino de Jizkiahu como la razón principal de la campaña de Sanjerib y la destrucción de Lajish y las ciudades de la llanura. Y la solución que encontraron originó horrores y hechos extremadamente difíciles.
Después de haber visto la ejecución (conmocionante) de "el siervo de Dios" (capítulo 53), leemos la historia de Menashé con mayores detalles. El drama comienza con la "invitación" ("etayu") de "sus fieras del campo" a un enfrentamiento directo con "las fieras del bosque" (Yeshaiahu, capítulo 56, versículo 9). Los espectadores que deben ser persuadidos - "ciegos", los perros guardianes les gusta dormir, y los perros de ataque * "voraces e insaciables" (Yeshaiahu, capítulo 56, versículos 10-11). Los "pastores" (= los líderes) " todos ellos se apartan por su propio camino; cada cual (va) tras su ganancia, sin excepción alguna” (Yeshaiahu, capítulo 56, versículo 11), disfrutando de la situación, mientras que aquellos que ya se habían rendido- bebían y se emborrachaban, y tenían visiones delirantes sobre " y mañana será como el día de hoy, o mucho más abundante " (Yeshaiahu, capítulo 56, versículo 12).
Y mientras tanto, "El justo perece, mas ninguno hace caso de ello "y los hombres piadosos” mueren y descansarán en paz "en sus tumbas" (Yeshaiahu, capítulo 57, versículos 1-2) – ya no verán la continuación del horror.
¿Y cuáles son esos horrores? Prostitución ritual y un servicio pagano repugnante en cada hogar, detrás de "la puerta y la jamba". Y el punto culminante de la abominación: el Molej – "los que degollan a los niños junto a los torrentes, en las hendiduras de las peñas" (Yeshaiahu, capítulo 57, versículos 3-8).
Mientras tanto, el rey de Iehudá recibe costosos regalos ("y fuiste al Molej con ungüentos"; Yeshaiahu, capítulo 57, versículo 9), lleva a cabo una política regional ("y enviaste tus mensajeros lejos” Yeshaiahu, capítulo 57, versículo 9), y vela por la supervivencia bajo el control asirio ("y descendiste hasta el abismo"; Yeshaiahu, capítulo 57, versículo 9).
Aquí está oculta la clave de los terribles acontecimientos: el grupo que rodeaba a Menashé (como el grupo de Ajaz en su momento), consideraba el camino de Jizkiahu como el principal motivo de la campaña de Sanjerib y la destrucción de Lajish y las ciudades de la llanura. Por lo tanto, veían como una necesidad de supervivencia la integración en el espacio político y religioso. Quienes se asociaban con la política y el camino de Jizkiahu eran considerados enemigos del reino.
Yeshaiahu y sus discípulos luchaban contra la idolatría grotesca que se había extendido por Ierushalaim, fueron perseguidos por sus vidas, torturados severamente y ejecutados. "Además de esto, Menashé derramó la sangre inocente en grande abundancia, hasta llenar a Ierushalaim de cabo a cabo; fuera de su pecado con que hizo pecar a Iehudá, haciendo lo malo (la idolatría) a los ojos del Señor" (Melajim II, capítulo 21, versículo 16).
* Regímenes opresores siempre utilizaron perros guardianes crueles.
Cortesía sitio 929.