Volvemos a ser el pueblo de Dios

Volvemos a ser el pueblo de Dios

A raíz del pecado del becerro de oro, el pueblo de Israel es alejado de Dios, y deja de llamarse “el pueblo de Dios”. En la época de Shmuel y Shaúl el pueblo de Israel retorna al nivel de “pueblo de Dios”. Para ser “pueblo de Dios” es necesario el liderazgo completo del pueblo.

 

 “Y lo ungirás para que sea príncipe sobre Mi pueblo Israel, y librará a Mi pueblo de la mano de los Pelishtím  porque Yo he visto la aflicción de Mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta Mí“(Versículo 16).


 

En este versículo, la palabra “Amí”, “mi pueblo” es repetida en tres ocasiones, y de ese modo es especialmente enfatizada.

En el éxodo de Egipto el pueblo de Israel se convirtió en el pueblo de Dios, pero tras el pecado del becerro de oro dejó de ser denominado “pueblo de Dios”.

La coronación de Shaúl por Shmuel, representa una suerte de cierre de círculo de la salida de Egipto. El pueblo de Israel vuelve a ser el pueblo de Dios en el período de Shmuel y Shaúl.


 

¿Por qué se reanuda el reinado de Dios sobre el pueblo de Israel, justamente en el período de Shmuel? ¿Qué caracteriza particularmente a esta época que permite el retorno de la presencia de la divinidad? Parecería que ello radica en la realización de todos los roles clave en el liderazgo del pueblo, por primera vez desde los tiempos de Moshé y Aharón.


 

En realidad, Moshé y Aharón tuvieron cuatro cargos diferentes, que en forma conjunta completaban el sistema de liderazgo en el pueblo de Israel: reinado, sacerdocio, profecía y legislación. Moshé Rabenu, como los destacaron Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, presta servicio como rey, además de ser legislador al ser el asignado para la entrega de la Torá al pueblo de Israel. La profecía, por cierto, también pertenece a Moshé. Aharón completa el cuarto casillero-el sacerdocio. Dicha situación, en la cual existen todas las funciones de liderazgo en el pueblo de Israel, no se renovó hasta la época de Shmuel.


 

En el período de Shmuel, estos roles vuelven a funcionar en forma plena. El mismo Shmuel presta servicio como profeta y legislador. También él recibe la corona del sacerdocio, como puede concluirse del hecho de que duerme en el recinto de Dios, lo que sería inconcebible si no prestara servicio en el sacerdocio. El rol del liderazgo también es asumido por Shmuel, pero el reinado retorna al pueblo de Israel, a partir de la coronación de Shaúl como rey de Israel. Sólo el regreso de la monarquía, permite la presencia de la divinidad en Israel, como puede inferirse del deber de nombrar un rey antes de construir el Gran Templo.


 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”.

 

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