Yo y no un enviado

Yo y no un enviado

Después de la plaga de la oscuridad Paró le advirtió a Moshé que no verá su rostro y Moshé se comprometió a ello. A la luz de la orden de Dios, ellos volvieron a encontrarse. ¿Cómo se entiende? ¿Cuál es el mensaje que podemos asimilar de ello en relación al proceso de la redención?

Al finalizar la plaga de la oscuridad Paró alcanza un nuevo récord en su trato negativo para con Moshé. Paró le advierte a Moshé: “¡Vete de mi presencia! ¡Cuídate, no vuelvas a ver mi rostro; pues el día en que tú veas mi rostro, habrás de morir!” (Capítulo 10, versículo 28). Parece que también Moshé contempló la gravedad de esta reacción y por ello le dijo a Paró: “¡Correcto has hablado! No voy a volver más a ver tu rostro” (Capítulo 10, versículo 29).

No obstante, inmediatamente después, en nuestro capítulo, Dios le anuncia a Moshé que aún no han culminado las plagas: “Una plaga más voy a traer sobre Paró” (Versículo 1). Luego, es relatado que Moshé se dirige a Paró y le anuncia la plaga de los primogénitos, que en su final: “Y habrán de bajar todos tus servidores, éstos, hasta mí y se prosternarán ante mí diciendo: Sale tú y todo el pueblo que va en pos de tus pasos. Y después de esto, habré de partir” (Versículo 8). Pero este anuncio que presagia la plaga de los primogénitos, aparece como contradiciendo lo dicho por Moshé después de la plaga de la oscuridad, de que no volverá a ver nunca más el rostro de Paró!! ¿Cómo pueden explicarse los conceptos de Moshé con la orden de la plaga de los primogénitos?

El Midrash señala que se registró otra revelación de Dios a Moshé en relación a la plaga de los primogénitos en ese mismo episodio, y en forma excepcional en la casa de Paró, para que sea posible la adición de una plaga más sin que ello provocara que no se cumplieran las palabras de Moshé: “Dijo Dios: aún me resta anunciarle a Paró una plaga más!! De inmediato salto Dios sobre él, como ingresando al palacio de Paró por Moshé que le dijo no volveré a ver tu rostro, y para que no quede como un farsante” (Shemot Rabá).

De aquí se infiere que los conceptos de Moshé estaban fuera de lugar, y aparentemente lo obligaron a Dios a ingresar a la casa de Paró y anunciar allí la plaga adicional prevista. El mensaje que se desprende de este episodio es que la salida de Egipto fue un proceso milagroso maravilloso, totalmente dirigido por Dios, y ninguna persona de carne y hueso-ni siquiera Moshé- puede avizorar el camino de este proceso.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Nekudat Ptijá" publicado por el Instituto "Tzomet"

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